Las acciones del mayor fabricante de coches eléctricos del mundo, Tesla (NASDAQ:TSLA), han protagonizado un notable cambio de rumbo durante estas últimas semanas.
Tras subir más de un 35% desde el 14 de marzo, el fabricante de vehículos eléctricos con sede en Austin, Texas, ha revertido todas las pérdidas del año hasta la fecha y ha vuelto a entrar en el selecto club de empresas valoradas en más de un billón de dólares. Sus acciones cerraban la jornada del jueves en 1.077,01 dólares.
Este fuerte repunte ha hecho que muchos inversores se pregunten hasta dónde podría llegar este repunte, especialmente cuando el entorno macroeconómico sigue siendo hostil a las empresas de alto crecimiento como Tesla. Sin embargo, hay muchos factores tras el actual movimiento al alza de la compañía.
En primer lugar, el fabricante de vehículos eléctricos ha sido mucho más eficiente a la hora de hacer frente a las interrupciones de la cadena de suministro que otras empresas automovilísticas tradicionales. Mientras que la mayoría de los competidores luchan por encontrar chips en plena escasez mundial, Tesla ha limitado su producción a los modelos Model 3 e Y, asegurándose así elevados niveles de productividad.
Tesla entregó más de 936.000 vehículos en todo el mundo en 2021, un 87% más que el año anterior, superando la expansión media anual del 50% prevista durante varios años. La compañía espera superar cómodamente ese crecimiento en 2022.
Otro factor es el salto en los precios del gas a causa de la invasión rusa de Ucrania. La escasez de petróleo está haciendo más atractivos los coches eléctricos, e incluso el presidente Biden está pidiendo una mayor aceptación de los vehículos eléctricos.
Ventas y beneficios sin precedentes
Tesla, que registró unos ingresos y beneficios sin precedentes en el cuarto trimestre, es la única empresa de vehículos eléctricos rentable para los inversores con aversión al riesgo. Rivian Automotive y Lucid, dos empresas emergentes que intentan seguir la estela de Tesla, entregaron el año pasado unos 1.000 vehículos entre los dos. Mientras tanto, Tesla vendió casi un millón de coches en el mismo periodo.
Credit Suisse (SIX:CSGN) reiteró esta semana su calificación de mejor rendimiento para Tesla, diciendo que a pesar de los problemas de la cadena de suministro, las posibilidades de Tesla se han "amplificado". La firma ha añadido que es alcista en cuanto a las cifras de entrega de coches de Tesla en el primer trimestre. Sin embargo, el banco de inversión ha señalado que sigue muy de cerca cualquier impacto de la situación del COVID en China, donde la producción en la gigafábrica de Tesla está actualmente suspendida debido al confinamiento de Shanghái.
Además, Elon Musk va a realizar otra operación de división de acciones para facilitar a los inversores minoristas la compra de las mismas. En una presentación regulatoria, la compañía ha dicho que el aumento del número de acciones comunes permitirá una división a través de un dividendo. La proporción de la división aún no está clara.
El último desdoblamiento de acciones de la compañía, en agosto de 2020, ayudó a impulsar el precio de sus acciones hasta una asombrosa ganancia del 743% ese año.
Daniel Ives, analista de Wedbush Securities, que asigna a las acciones de Tesla una calificación de compra con un precio objetivo de 1.400 dólares, dijo en una nota:
"El movimiento de Tesla siguiendo la estela de empresas de la talla de Amazon (NASDAQ:AMZN), Google (NASDAQ:GOOGL) y Apple (NASDAQ:AAPL) e iniciando su segunda división de acciones en dos años nos parece un movimiento estratégico inteligente que será un catalizador positivo para las acciones de cara al futuro".
Unas acciones volátiles
A pesar de este optimismo en cuanto a las acciones de Tesla, los inversores también deben recordar que también son muy volátiles, y es difícil predecir sus próximos movimientos. Aunque Tesla domina sin duda el mercado de los vehículos eléctricos, sus acciones cotizan a múltiplos muy elevados.
Según el análisis de InvestingPro, las acciones de Tesla cotizan a un múltiplo precio-beneficio a 12 meses de 205, un nivel que ha puesto el listón de rendimiento tan alto que no deja al fabricante de automóviles ningún margen de error en lo que respecta a los resultados financieros.
Debido a esta valoración extremadamente elevada, las acciones de Tesla podrían ser una apuesta arriesgada según el modelo de InvestingPro, que asigna a las acciones de Tesla un valor justo de 823,62 dólares, un 23,6% de riesgo a la baja desde los niveles actuales.
Fuente: InvestingPro
Dicho esto, cualquier retroceso en las acciones de Tesla ha demostrado ser una operación lucrativa para los compradores en las caídas. Según Adam Jonas, de Morgan Stanley (NYSE:MS), Tesla seguirá siendo líder en la fabricación de vehículos eléctricos, baterías y autonomía en un futuro previsible, lo que la convierte en un candidato adecuado para los inversores a largo plazo.
Su última nota decía:
"Entonces, ¿dónde encaja Tesla? No vamos a decir que Tesla es una empresa automovilística. Ni una empresa tecnológica. Es ambas cosas. Pero también es una empresa energética. Y según lo que estamos viendo surgir en el transcurso de este año, Tesla es una empresa de infraestructura de energía renovable en tierra. Creemos que el papel de Tesla en la construcción de la cadena de suministro de vehículos eléctricos (upstream) y la infraestructura de vehículos eléctricos (downstream) será cada vez más evidente para la comunidad inversora de cara a las próximas semanas/meses”.
Conclusión
Las acciones de Tesla tienen muchos catalizadores que apoyan una subida prolongada. Pero tras su repunte más reciente, los inversores deberían negociar este nombre con precaución y esperar la próxima oportunidad de precio para entrar en un punto mucho mejor, como el que han calculado los modelos de InvestingPro.