No hay buenas razones para tener bonos hoy. Pero hay algo todavía peor: los fondos de bonos. Esos son una verdadera bomba de tiempo. En esta nota les explico por qué.
La renta fija ha muerto. Es decir que el nivel de las tasas de interés hace que sea casi imposible encontrar algún instrumento que dé un rendimiento razonable con bajo riesgo.
Quienes tienen fondos de bonos seguramente se apresuren a intentar refutar esto, diciendo que tienen “buenos” rendimientos con bajo riesgo. O por lo menos eso es lo que habitualmente les dice su asesor o quien les vendió el fondo.
Si tienen fondos de bonos que están rindiendo entre el 4% y el 5% es porque están comprando los bonos de peor calidad: los bonos “High Yield” (antes denominados “Bonos Basura” o “Junk Bonds”).
Vale aclarar que los asesores muchas veces recomiendan determinados fondos de bonos porque ahí ellos ganan más comisiones que recomendando un ETF de bonos.
Y también notar que, históricamente, estos retornos son los más bajos de los últimos 25 años, es decir, que los precios de estos bonos son los más caros de los últimos 25 años:
En los últimos meses la Reserva Federal inundó el mercado de liquidez para contener la crisis y eso le permitió a las empresas tomar todavía más deuda. Incluso llegó a comprar bonos y fondos de bonos para sostener los precios.
Acá está la fantasía: con más deuda se puede solucionar un problema de liquidez, pero no un problema de solvencia. Y lo que tenemos hoy es un problema de solvencia.
No por nada, la cantidad de empresas “zombies” (empresas cuyos intereses de deuda son mayores a sus ganancias) en EEUU no para de subir:
Por otra parte, tenemos hoy muchos acuerdos de “forbearance” (períodos de gracia) que le permiten al acreedor computar contablemente como si esos préstamos estuvieran activos y en regla. Esto no soluciona el problema sino que “lo patea” para más adelante.
Hay evidencia palpable de que la situación está empeorando. Acá podemos ver el aumento en downgrades crediticios (2020 está computado hasta principios de julio):
Y acá algo mucho peor, el número de empresas que están por perder la categoría de grado de inversión (denominadas “Fallen Angels” o “Ángeles caídos”) es mucho más alto que en la crisis global de 2008:
Lo que muestra esto es un futuro con más downgrades y empresas en dificultades financieras.
El mercado de “High Yield” o “Junk Bonds” va a colapsar en un futuro cercano (menos de 12 meses). Y esto es relevante porque todos los fondos necesitan de estos bonos para conseguir “algo” de retornos y cobrarse comisiones/fees.
Y aquí la gran pregunta: ¿para qué mantener estos fondos si la caída de precio no será compensada con los cupones?
Por último, hay que tener en cuenta algo: salir de posiciones en bonos es mucho más difícil que vender acciones. Puede que cuando quieran salir no puedan hacerlo (algo que les pasó a muchos en marzo de este año). Hay que salir ahora. Después, puede ser muy tarde.