Preludio de Wall Street: Inquietos por un presidente débil, impopular y malhumorado. ¿Podrá sacar su agenda promercado?
Ayer fue la peor jornada en Wall Street desde mucho antes de que Donald Trump ganara las elecciones el pasado 8 de noviembre. La razón es que Trump, él que es tan vertiginoso, él que es tan autoritario, él que quiere ver sus deseos cumplidos cuanto antes, es más débil de lo que creíamos. Eso le irrita, y aparece el lobo que lleva dentro: sale con sus amenazas, con sus advertencias. Y así quizás no llegue muy lejos.
Sí, Trump es muy débil y eso le irrita. Y más que con lo prepotente que es, quede a la vista de todos. Pero las evidencias son claras: los tribunales están bloqueando su veto migratorio, el FBI investiga los nexos de su equipo de campaña con Rusia durante las elecciones, su proyecto de presupuesto enviado la semana pasada fue recibido con frialdad en el Congreso y, lo peor, no tiene los votos asegurados mañana, en la votación de la Cámara de Representantes, para revocar el “Obamacare”.
El miedo a ser derrotado en su primera prueba de fuego en el Congreso lo tiene exasperado y está perdiendo los papeles. Ahora amenaza a sus propias huestes: iré a por los que voten en contra. Pero los republicanos que se oponen a revocar al “Obamacare”, algunos porque consideran que la nueva propuesta es demasiado tibia y otros porque es demasiado radical, no parecen dar su brazo a torcer. Los opositores son los suficientes como para bloquear su proyecto sanitario. Para colmo, la popularidad del presidente se desploma: el fin de semana llegó su ratio de aprobación a un 37%, la más baja para un presidente para estas alturas del mandato. Trump no controla a sus correligionarios del Congreso y, bajo amenazas, con la popularidad por los suelos y siendo investigado, la imagen de un presidente debilitado puede quedar a los ojos de todos.
Entonces, si no puede con el “Obamacare”, ¿qué pasará con las otras medidas que ha prometido? ¿Podrá de verdad desmantelar la ley de regulación del sistema financiero, la Dodd-Frank, que es lo que ha tenido a los inversionistas comprando acciones de bancos como locos? ¿Podrá sacar adelante su proyecto de recorte de impuestos que será “masivo”? ¿Podrá desregular al sector petrolero, al de carbón, y pasar por encima de las medidas que se han erigido para defender el medio ambiente y en contra del cambio climático? ¿Podrá sacar ese presupuesto en el que promete recortar los programas civiles para dirigir los recursos a gasto militar? ¿Podrá llevar a cabo su colosal programa de infraestructura?
El presidente de los tuits manda menos de lo que se creía en el Congreso. Mañana, con el “Obamacare”, será su primera prueba de fuego. Y si sale derrotado… Por eso los mercados ayer andaban tan nerviosos.
Ayer fue la peor jornada en cinco meses, desde octubre. Pero hoy parece que tratan de estabilizarse. Abrirá Wall Street con pocos cambios, pero los inversionistas estarán pendientes de las reuniones y llamadas del equipo de Trump con los congresistas republicanos para tratar de convencerlos. Y si sus agresivas maneras funcionan. El mercado se sigue preguntando si lo de ayer fue una mera toma de beneficios tras el formidable rally de Trump o si hay algo más atrás, si fue un mero estornudo primaveral o una alergia más duradera.
En el pre mercado, los futuros del S&P’s 500 ceden 3.3 y ajustados por “fair value” se deprecian 1.1 pts mientras que los del Nasdaq bajan 2.5 pts si bien por “fair value” logran asomar la cabeza 1.6 pts. Los futuros del Dow Jones bajan 51.0 pts.
Además de mirar al Congreso, los inversionistas estarán pendientes de una reunión en Washington entre el secretario de Estado, Rex Tillerson, y los países que pertenecen a la coalición contra el Estado Islámico. Estados Unidos quiere acelerar la estrategia para derrotar cuanto antes al terrorismo islámico. Ahí veremos, quizás, si Estados Unidos pretende una acción militar más agresiva en Siria e Irak.
En la agenda económica, además del dato de solicitudes de hipotecas, contaremos justo después de la apertura con las ventas de viviendas de segunda mano. El consenso espera que el ritmo de ventas disminuya a un ritmo anualizado de 5.590 millones en febrero comparado con 5.690 en enero.
El precio del petróleo, por otro lado, sigue descendiendo y se va a un nuevo mínimo del año al constatar los inversionistas que el auge de la producción de shale en Estados Unidos está contrarrestando el recorte de la OPEP. Los futuros del WTI caen casi un 1.0% a 47.77 dólares, y los del Brent un 1.1% a 50.39 dólares. El cobre también pierde terreno (-0.4%). En los metales preciosos, esos valores refugio, sube el oro un 0.2% a 1,250 dólares la onza, perp la plata pierde un 0.1% a 17.56 dólares. También los capitales se dirigen a otro activo seguro, los bonos del Tesoro: la tasa del bono de 10 años desciende 2 pbs a 2.39%.
En Europas, los movimientos de las bolsas son contenidos pese a las pérdidas de ayer en Wall Street. El Ibex-35 de Madrid avanza un 0.1%, pero el Cac-40 de París cede un 0.4% y el Dax de Fráncfort un 0.5%. Fuera de la eurozona, el Ftse-100 cae un 0.8%. En las divisas, el euro se deprecia un 0.1% a 1.08 dólares y la libra un 0.3% a 1.244 dólares.
En Asia, sí hubo pérdidas abultadas, probablemente por las tensiones con Corea del Norte, quien ayer afirmó que planea acelerar su plan nuclear. El Nikkei se hundió un 2.13%, el Hang Seng de Hong Kong un 1.11% y el Shangai Composite un 0.5%.