El mercado de divisas es esencial cuando hablamos de inversión a nivel global y comercio internacional. Y con los medios mencionando las afectaciones derivadas del conflicto entre Rusia y Ucrania, y sus sensibles consecuencias económicas y políticas, es oportuno resaltar la situación de México dentro del mercado de divisas y los posibles impactos que tendría en el comercio exterior.
Empecemos entendiendo la magnitud del mercado, es tan grande que pequeñas y medianas empresas, grandes corporativos transnacionales, múltiples instituciones financieras e inclusive gobiernos, con el objeto de intercambiar y valuar bienes y servicios que permiten el desarrollo del comercio exterior.
Con un volumen de operación estimado en más de 5 mil millones de dólares intercambiados diariamente, vale la pena resaltar que dicho mercado se rige con las reglas de oferta y demanda. Se le denomina un mercado OTC (Over the counter) puesto que consta de contratos privados que obligan a ambas partes a cumplir con las características acordadas dentro de un plazo de contado que no exceda 96 horas.
Es un mercado sumamente activo ya que está disponible continuamente desde el domingo por la tarde, cuando abren los mercados asiáticos, hasta el viernes por la tarde que cierran los mercados en EEUU.
¿Cómo afecta al comercio exterior al peso mexicano?
Las empresas en México que realizan actividades de comercio exterior, tanto en importaciones como en exportaciones, se ven afectadas por la variación del peso mexicano (MXN) frente al resto de las monedas.
Una apreciación de nuestra moneda significa una buena noticia para aquellas empresas que importan materias primas, mercancías o servicios, pero significa una caída en el valor de los productos de aquellas empresas que exportan; por el contrario, una depreciación del peso significa una oportunidad para los exportadores, ya que recibirán más dinero en pesos por sus ventas, pero los importadores resultarán pagando más pesos por sus compras de bienes extranjeros.
Tomando en cuenta que Estados Unidos es el principal socio comercial de México y por ende, el dólar estadounidense (USD) es la divisa más utilizada para las operaciones de comercio exterior en México, evaluemos a detalle los siguientes escenarios:
El peso mexicano (MXN) gana valor frente al dólar (USD)
En este caso se presenta un escenario que impacta favorablemente al sector importador mexicano, pues los bienes y servicios que se adquieren del extranjero representan el desembolso de una cantidad menor de pesos por dólar.
El volumen de importaciones crece y hay una mayor disponibilidad de mercancías extranjeras en el comercio interno. La actividad económica de comercialización de bienes se incrementa y se tiene una mejor percepción de poder adquisitivo
Por el contrario, un peso excesivamente fuerte frente al dólar afecta a los exportadores ya que sus bienes y servicios se encarecen hacia el exterior y se pierde competitividad global, lo que lleva a una reducción en el volumen de exportaciones, una posible caída en el sector productivo y una baja en la entrada de divisas al país.
El peso mexicano (MXN) pierde valor frente al dólar (USD)
El impacto positivo ante este escenario es para los exportadores, ya que sus bienes y servicios se volverán más competitivos en términos de precio frente a los bienes y servicios de otros países. Esto trae como consecuencia un aumento en el volumen de exportaciones, un posible aumento en el sector productivo y de transformación, así como un incremento en la entrada de divisas al país que generaría acumulación de reservas internacionales.
Por el contrario, una debilidad constante y exagerada del peso (MXN) frente al dólar (USD), repercute de manera negativa hacia los importadores, ya que incrementa los costos de los productos que adquiere generando aumentos de precios que pudieran llevar a la reducción del mercado interno y afectando la percepción del poder adquisitivo
En México, se cuenta con un esquema de libre flotación del peso mexicano permite que el valor de la moneda se determine mediante la oferta y demanda, lo que brinda un equilibrio de mercado que puede ser aprovechado tanto por importadores como por exportadores y generar condiciones económicas que permitan el crecimiento del mercado interno, así como el comercio internacional.