MONTEVIDEO, 6 jun (Reuters) - El delantero Edinson Cavani tiene ante sí la gran oportunidad de consagrarse como estrella de la selección uruguaya de fútbol en la Copa América, aunque también deberá lidiar con un ataque distinto al que está acostumbrado ante la ausencia de los artilleros Luis Suárez y Diego Forlán.
Cavani, integrante del tridente ofensivo que posicionó a Uruguay en el cuarto puesto en el Mundial de Sudáfrica 2010 y miembro inamovible de la "celeste" en los últimos años, tendrá en Chile la responsabilidad de ser la referencia de área del equipo por la falta de Suárez, suspendido por la FIFA debido a que mordió a un rival en la Copa de Brasil el año pasado.
El entrenador Óscar Tabárez busca afianzar un equipo integrado por jóvenes valores y varios futbolistas que conforman la base del equipo desde hace casi una década, con la mente puesta en el Mundial de Rusia 2018.
Cavani, un jugador veloz, con capacidad de fajarse en el cuerpo a cuerpo y con recorrido por todo el campo, podría formar junto a los delanteros Christian Stuani, del Espanyol; o Abel Hernández, del Hull City de Inglaterra.
También podrían asistirlo los recién incorporados Jonathan Rodríguez, del Benfica de Portugal, o Diego Rolan, del Girondins de Burdeos.
El delantero de 28 años, que milita en el Paris Saint Germain de Francia, lleva 24 goles en 70 partidos vistiendo la "celeste".
"Soy uno de los jugadores que hace más tiempo que está y que hoy le toca pasar por un momento muy bueno a nivel mundial. Tengo un renombre que debo defender, lo acepto, pero tengo claro que lo que siempre sale adelante es el grupo", dijo Cavani recientemente al diario El País de Uruguay.
"Hace unas semanas nos cruzamos con Luis (Suárez) en el partido con Barcelona y estuvimos hablando. Yo dije, bromeando: 'Ahora el Edi va a tener que arrastrar con todo' (en la Copa) y nos reíamos. Hay que reírse, no queda otra. Son cosas que pasan en el fútbol y hoy me toca, como uno de los referentes de la selección, ocupar esa posición y asumir la responsabilidad".
Cavani se destacó desde joven representando al club uruguayo Danubio, con el que ganó el campeonato local en 2007, y se consolidó como incipiente figura durante el campeonato Sudamericano Sub-20 en Paraguay, donde se coronó goleador.
Entre 2007 y 2010 jugó en el Palermo de Italia y posteriormente se convirtió en el principal anotador y el favorito de los aficionados del Napoli de Italia, donde jugó hasta 2013.
Desde entonces se desempeña en el Paris Saint Germain, donde ha tenido una participación intermitente y siempre ha estado a la sombra del sueco Zlatan Ibrahimovic, la figura central del equipo.