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Por Maria Carolina Marcello y Anthony Boadle
BRASILIA, 6 mayo (Reuters) - Una comisión especial del Senado de Brasil aprobó el viernes una recomendación para abrir un proceso de juicio político contra la presidenta Dilma Rousseff, acusada de violar leyes presupuestarias mientras buscaba la reelección en 2014, por lo que la mandataria quedó a un paso de ser suspendida.
Pese a que poco antes de la decisión Rousseff prometió que resistirá a la remoción hasta el final, sus opciones de mantenerse en el poder decrecen.
La mayoría de los brasileños se opone a la mandataria debido a la profunda recesión económica que sufre el país y por el gigantesco escándalo de corrupción que dejó al descubierto las maniobras de funcionarios del partido gobernante.
La comisión aprobó por 15 votos a favor y 5 en contra la recomendación del senador Antonio Anastasia, la que ahora será sometida el miércoles a votación en el pleno del Senado. El presidente del cuerpo se declaró imposibilitado para votar.
Se prevé que el proceso de impugnación conduzca a la suspensión de Rousseff de su cargo a la espera de un juicio que podría durar seis meses, tiempo durante el cual el vicepresidente Michel Temer la reemplazará en el poder.
"Resistiré hasta el último día", declaró Rousseff en un evento en el que anunció la entrega de viviendas de bajo costo. La presidenta dijo que no renunciará porque no cometió crimen alguno y calificó a su inminente salida como "golpe de Estado".
Si el Senado la condena, Temer se mantendría en la presidencia hasta que concluya el mandato de Rousseff, a fines de 2018. La Corte Suprema ha rechazado pedidos del Gobierno para detener el proceso de impugnación.
Encuestas de diarios locales dicen que la oposición tiene 50 de los 54 votos necesarios para dar inicio al juicio político, mientras que muchos de los 10 senadores indecisos también respaldarían su salida.
Rousseff ha tenido dificultades para sobrevivir políticamente al mayor escándalo de corrupción de Brasil y la peor recesión del país desde la década de 1930. Su salida marcaría también el final de 13 años de gobierno del Partido de los Trabajadores, iniciados bajo la administración de su mentor y predecesor, Luiz Inácio Lula da Silva.
Pese a que Rousseff no está directamente acusada de corrupción, el fiscal general de Brasil pidió que sea investigada por obstrucción a la Justicia en la investigación sobre el gigantesco esquema de corrupción enquistado en Petrobras (NYSE:PBR) PETR4.SA que alimentó la crisis política.
En una iniciativa separada lanzada por la oposición, una corte electoral investiga la campaña de reelección de Rousseff por acusaciones de que se llevó adelante con fondos ilegales.
En el palacio presidencial, funcionarios mostraban caras largas y parecían resignados. Un asesor negó que ya estuvieran preparando la salida, pero agregó: "Tenemos que empezar a organizar las cosas".
Los partidarios de Rousseff en la comisión del Senado llamaron a anular el proceso de impugnación debido a que el hombre que inició esas labores el año pasado, el presidente de la Cámara baja, Eduardo Cunha, fue suspendido de su cargo el jueves por la Corte Suprema por obstruir una investigación de acusaciones de corrupción en su contra. (Reporte de Anthony Boadle, Editado en español por Janisse Huambachano/Javier Leira)