Los mercados asiáticos se preparan para responder a las importantes fluctuaciones del mercado que se produjeron el viernes, cuando las acciones y los rendimientos de los bonos se desplomaron. La volatilidad y las expectativas de un recorte de los tipos de interés se dispararon en respuesta a un informe de empleo estadounidense más flojo de lo previsto. Es probable que este cambio de sentimiento se extienda a Asia, que ya experimentó inestabilidad la semana pasada debido al inesperado cambio de política del Banco de Japón, a los lentos datos económicos de China y a unos decepcionantes resultados de las tecnológicas estadounidenses.
El índice bursátil MSCI Asia ex-Japan registró un descenso del 2,5% el viernes, marcando su caída más significativa en más de dos años, mientras que el índice Nikkei 225 de Japón se desplomó un 5,8%, su caída más pronunciada desde marzo de 2020. El índice más amplio Topix de Japón también experimentó un fuerte descenso del 6,1%, su peor rendimiento desde 2016.
El rendimiento del Tesoro estadounidense a dos años experimentó un drástico descenso de 30 puntos básicos el viernes, la mayor caída en un solo día desde el shock bancario regional en Estados Unidos en marzo del año anterior. Esta importante caída es un reflejo de las registradas durante grandes crisis financieras como la pandemia del COVID-19, la quiebra de Lehman Brothers, los atentados del 11-S y el Lunes Negro.
En el mercado de renta variable, el índice de volatilidad VIX llegó a duplicar su nivel del día anterior. Mientras tanto, el yen se fortaleció casi un 5% frente al dólar la semana pasada, marcando uno de sus mejores resultados de los últimos 25 años.
Esta disminución del rendimiento de los bonos estadounidenses podría relajar las condiciones financieras, como indica el índice Goldman Sachs de condiciones financieras de los mercados emergentes, que alcanzó su punto más bajo desde marzo. Sin embargo, esta relajación se debe más a la preocupación por una posible recesión que a indicadores económicos positivos.
Las expectativas de una suave desaceleración de la economía estadounidense se han disipado, dando paso a temores de una recesión más grave. Los operadores asignan ahora una probabilidad del 70% a que la Reserva Federal recorte los tipos en 50 puntos básicos el mes que viene, con previsiones de 115 puntos básicos de relajación para finales de año y más de 200 puntos básicos para junio del año siguiente.
Los mercados de deuda corporativa de alto rendimiento están bajo escrutinio, ya que a menudo proporcionan señales tempranas de un "evento de crédito" que podría conducir a retrocesos empresariales más amplios, aumento del desempleo y recesión. Los diferenciales de la deuda estadounidense de alto rendimiento con respecto a los bonos del Tesoro se ampliaron el viernes hasta el punto más alto del año, más de 370 puntos básicos, debido en gran parte a la caída de los rendimientos de la deuda pública y no a una venta masiva de deuda empresarial. Un cambio en esta dinámica podría ser señal de nuevas turbulencias en los mercados.
De cara al lunes, se seguirán de cerca los datos y acontecimientos económicos en Asia. Entre ellos, los datos del índice de gestores de compras del sector servicios de varios países, incluida China, las cifras de inflación de los precios al consumo de Tailandia, las cifras del PIB de Indonesia y los informes de beneficios empresariales de Japón. Estos acontecimientos podrían dar una orientación adicional a los mercados en su reacción a los recientes cambios en el panorama financiero mundial.
Reuters ha colaborado en la elaboración de este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.