Investing.com – Los futuros sobre oro registraron mínimos de casi cuatro semanas este jueves ante las preocupaciones suscitadas en torno a que la Reserva Federal subirá los tipos de interés cuando se reúna los próximos días 16 y 17 de septiembre.
En lo relativo a la división Comex del New York Mercantile Exchange, los futuros sobre oro para entrega en diciembre se negociaron a 1.106,30 USD por onza troy durante la mañana de la jornada de negociación en Europa, avanzando un 0,39% o 4,30 USD.
El oro había se había desplomado hasta situarse en 1.100,10 USD, su cota más baja desde el 11 de agosto, tras conocerse que el número de ofertas de empleo de Estados Unidos registró máximos históricos en julio.
Este informe impulsó el optimismo en torno al estado del mercado laboral y respaldaba las expectativas de que se produzca una subida de los tipos este mes. La fecha en que la Fed subirá los tipos de interés ha sido fuente constante de debate en los mercados durante los últimos meses.
El oro registró mínimos de cinco años y medio el pasado 24 de julio en 1.072,30 USD, ante la especulación en torno a que la Fed subirá los tipos de interés en septiembre por primera vez desde 2006.
Las expectativas de que se adelante la subida de los costes de financiación indican una tendencia bajista del oro, pues el metal precioso lo tiene difícil a la hora de competir con otros activos rentables cuando suben los tipos de interés.
En cuanto al resto del comercio de metales del Comex del New York Mercantile Exchange, el cobre para entrega en diciembre se apuntó un alza del 0,77% o 1,9 centavos hasta 2,456 USD por libra, no muy apartado de los máximos de siete semanas registrados el miércoles.
Las ganancias del cobre se producen después de que los poco alentadores datos sobre inflación de China reforzaban las expectativas de que Pekín implementará pronto nuevas medidas de apoyo para respaldar la segunda economía del mundo.
Según datos oficiales, los precios de la producción de China descendieron un 5,9% en agosto, más de lo que se esperaba, su cuadragésimo segundo descenso mensual y su cota más baja desde octubre de 2009.
Los precios al consumo subieron el mes pasado un 2,0%, superando las expectativas que apuntaban a un 1,8% y avanzando con respecto al 1,6% registrado en julio. La inflación, excluyendo la de los alimentos, permaneció en el 1,1%, sin cambios con respecto al mes anterior.
Estos poco alentadores datos sobre inflación contribuían a los rumores de que los responsables de la política monetaria de Pekín tendrán que implementar más medidas de estímulo para impulsar el crecimiento.
Según datos comerciales publicados este martes, las importaciones de China disminuyeron más de lo previsto en agosto, descendiendo por décimo mes consecutivo.
Una ralentización de la demanda interna indicaba que la recuperación de la economía global sigue debilitada y que puede que necesite de más medidas de estímulo por parte del Gobierno.
El Gigante Asiático es el mayor consumidor de cobre del mundo y concentra casi el 40% del consumo mundial