Por Mitra Taj
HUANCAVELICA, Perú, 4 mar (Reuters) - Keiko Fujimori afronta la etapa final de la campaña con la que busca llegar a la presidencia de Perú apelando a la unificación del país, dividido por más de 15 años después de que su padre abandonara el poder, aunque sin desentenderse del todo de las raíces del "fujimorismo".
Encarcelado en una prisión en la periferia de Lima desde hace casi una década, el ex presidente Alberto Fujimori, de 77 años, es una de las figuras más divisivas del país, lo que podría echar por tierra, otra vez, las esperanzas de su hija.
Muchos peruanos todavía lo veneran porque aplastó al grupo rebelde Sendero Luminoso y reactivó una economía que estaba en ruinas, pero es odiado por otros por la corrupción y abusos de derechos humanos que se cometieron en su Gobierno.
Conocida en Perú simplemente como Keiko, la hija de 40 años del ex líder promete mano dura contra la delincuencia e impulsar la economía del país minero, golpeado por la caída global de los precios de las materias primas.
Keiko planea usar un fondo contingente del gobierno de casi 8.000 millones de dólares para financiar lo que denomina un "shock" del gasto en infraestructura. También promete descuentos tributarios a empresas que capaciten y contraten a jóvenes.
Keiko usa el estilo populista de su padre, que le ha dado un fuerte apoyo en los sectores pobres, pero ha suavizado su acérrima defensa de la década de gobierno de Fujimori para no perder la segunda vuelta como en el 2011, cuando tardó en desvincularse de lo hecho por su progenitor.
La candidata de centroderecha promete unificar al Perú, donde uno de cada cinco peruanos vive en la pobreza. "Nosotros queremos trabajar por las poblaciones que se sienten olvidadas ante la indiferencia del Estado", dijo Fujimori a Reuters en un descanso de su campaña en la región andina de Huancavelica.
De cara a la elección del 10 de abril, Keiko ha gozado de un apoyo constante de entre el 30 y 35 por ciento de los votantes, según encuestas, casi el doble que su más cercano rival.
Para ganar en primera ronda necesita el 50 por ciento más uno de los votos, y recientes sondeos muestran que en un balotaje empataría con el tecnócrata Julio Guzmán, que la calificó de déspota con ropa democrática.
"Lo que está en juego en estas elecciones es la democracia o volver a la dictadura", señaló Guzmán, la misma táctica que ayudó a Humala a derrotarla en el balotaje del 2011.
El próximo presidente de Perú heredará una economía en recuperación gracias a la mayor producción de cobre de nuevas minas, aunque amenazada por una continua caída del precio de metal y la falta de grandes proyectos para los próximos años.
Keiko propone "incentivos" tributarios para exportadores, aunque no ha especificado cuáles serían. Además dice que dirigirá el gasto hacia obras públicas como carreteras, canales de irrigación, infraestructura turística y reservorios de agua.
Su asesor económico, José Chlimper, afirmó que no se gastará frívolamente. "No vamos a tener una fiesta. Habrá un sentido de urgencia cuidando cada centavo", afirmó el empresario, que fue ministro de Agricultura de Alberto Fujimori.
EL LEGADO
La sombra de su padre sigue acechándola.
El ex mandatario fue declarado culpable de varios crímenes, como ordenar a un grupo militar masacrar civiles durante el conflicto con Sendero Luminoso, y pagar a periodistas con fondos públicos para atacar a sus enemigos políticos.
Escaramuzas en algunos recorridos de la campaña de Keiko han revivido la preocupación de que ella sea intolerante a los opositores. En Huancavelica, un grupo de seguidores chocaron con un pequeño grupo de opositores que protestaban a su llegada.
"Ella será una delincuente igual que su padre", dijo Federica León, una madre 41 años que miraba mientras seguidores de Keiko le quitaban a la fuerza una pancarta a un opositor.
Keiko, nombrada primera dama tras el divorcio de sus padres, estudió administración en la Universidad de Columbia antes de convertirse en congresista en el 2006. Cinco años después inició su primera carrera presidencial.
Keiko removió a fines de diciembre a tres políticos leales a su padre de su lista al Congreso tras recibir duras críticas, y ha prometido no repetir los "errores y delitos" del pasado.
"Lo que ves ahora es un partido completamente renovado", agregó Keiko en Huancavelica.
Los críticos afirman que Keiko sigue recibiendo órdenes de su padre y que lo indultará si gana las elecciones, algo que ella niega pese a que insiste en su inocencia.
"La gente anda hablando de que su padre era autocrático pero creo que deberíamos darle una oportunidad", dijo Yolanda Reyes, una vendedora de comida de 28 años, parte del grupo de jóvenes que recuerdan poco del gobierno de Fujimori. (Reporte de Mitra Taj, traducido por Teresa Céspedes, editado por Javier Leira)