México, 11 dic (EFE).- México lanzó hoy con "mucha prudencia" la primera licitación de yacimientos de hidrocarburos de los últimos 76 años, con el fin de atraer capitales y tecnología de los gigantes petroleros pese al entorno de bajos precios e incertidumbre en el mercado mundial del crudo.
"Las autoridades han tenido mucha prudencia en este proceso para evitar errores como en la licitación del tren México-Querétaro, que tuvo que cancelarse en noviembre pasado", dijo a Efe el experto en el sector energético David Shields.
El analista afirmó que esta primera licitación está en línea con los propósitos anunciados previamente y ofrece los campos más atractivos en aguas someras, tanto en producción como en costos, para atraer a las firmas privadas en la apertura del sector petrolero.
El secretario mexicano de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, invitó hoy a las empresas a participar en la licitación, la primera de la llamada "Ronda Uno" para explorar y explotar 14 bloques petroleros.
Esta licitación estará abierta del 15 de enero al 15 de julio de 2015, aunque toda la ronda deberá concluirse a finales del año próximo.
Los 14 bloques, los primeros de un total de 169 que comprenderá la "Ronda Uno", se ubican frente a las costas de Veracruz, Tabasco y Campeche y abarcan en total 4.222 kilómetros cuadrados.
Los ganadores firmarán contratos de producción compartida con vigencia de 25 años y con posibilidad de dos prórrogas de cinco años cada una.
"Mucho es lo que México se juega en esta audaz apertura para la incorporación de nuevas empresas que nos aporten capital y tecnología en la extracción de hidrocarburos", afirmó Coldwell.
Las autoridades precisaron que las compañías interesadas podrán concursar de manera individual o asociadas, pero deberán demostrar que tienen un capital contable mínimo de 1.000 millones de dólares, además de la experiencia operativa en el sector.
Además, la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda y la Comisión Nacional de Hidrocarburos revisarán los recursos aportados por las empresas para evitar que sean de procedencia ilícita.
El titular de Energía destacó también que la apertura permitirá frenar la caída de las reservas probadas de crudo y gas, y México podrá reincorporarse al mercado energético mundial.
El comienzo de este proceso se anunció en un momento de volatilidad muy alta y con los precios internacionales del crudo más bajos de la última década, lo que obliga a las empresas a "ser más selectivas en cuanto a los países y las áreas donde invertirán", indicó.
Para el ministro, la apertura ha sido "un hecho inédito" en el país después de que en los últimos 76 años esta industria quedó como monopolio del Estado tras la expropiación de las empresas petroleras el 18 de marzo de 1938.
La primera licitación incluye solamente posibles yacimientos en aguas someras del Golfo de México, pero el total de la "Ronda Uno" incluye numerosos campos maduros para la explotación, áreas de "shale gas" (gas de lutitas) y campos no convencionales, algunos en aguas profundas donde se requieren mayores inversiones.
El Gobierno calcula que esta ronda permitirá atraer inversiones anuales por unos 12.600 millones de dólares, que en cuatro años sumarían unos 50.400 millones.
En este año, Pemex ejerció su derecho exclusivo para escoger los campos ya conocidos en la denominada "Ronda Cero", con reservas de hidrocarburos por unos 34.000 millones de barriles; sin embargo, para su explotación requiere de inversiones altas, que este año ascendieron a 27.700 millones de dólares.
El tema de la apertura petrolera ha sido uno de los más polémicos en el país y se convirtió en bandera del nacionalismo político y económico de los gobiernos del Partido Revolucionario Institucional (PRI).
No obstante, en 2013, el Gobierno del presidente Enrique Peña Nieto, también del PRI, propuso una reforma energética para abrir este sector a la inversión privada, que recibió el rechazo de la oposición de izquierda, que había logrado frenar intentos similares en años anteriores.
La caída de la producción y de la exportación de crudo en la última década fue el principal argumento para aprobar la reforma, debido a que el ingreso petrolero ha representado una tercera parte de los recursos presupuestarios en las últimas cinco décadas.
Los cambios constitucionales de esta reforma fueron aprobados y promulgados en diciembre de 2013 y sus leyes reglamentarias salieron en agosto de este año.
Las autoridades mexicanas confían en que la reforma energética, junto con otras en el área económica, permitirá romper el círculo de crecimiento del PIB del 2 % promedio de los últimos 30 años.