Riviera Mayarit (México), 17 dic (EFECOM).- El presidente del grupo Iberostar, Miguel Fluxá, ha asegurado que no "malvenderá" su participación del 5 % en la constructora ACS, ya que actualmente vale un 50 % menos que cuando la adquirió en 2007 por más de 800 millones de euros, y esperará a que su cotización en Bolsa suba.
Fluxá ha explicado que la compañía no tiene la necesidad de desprenderse de este paquete accionarial en ACS, por lo que va a esperar hasta que aumente el valor de las acciones del grupo de infraestructuras, y "la bolsa española tiene ahora esa tendencia".
"Afortunadamente, los ebitdas (resultado bruto de explotación) que tenemos nos sirven para pagar nuestras deudas y para pagar nuestros compromisos, por lo que vamos a esperar", ha insistido Fluxá en declaraciones a los periodistas en la inauguración del décimo hotel de Iberostar Hotels & Resorts en México.
"Si tuviéramos la necesidad, la malvenderíamos, pero no es nuestro caso", ha asegurado Fluxá, que ha recordado que su grupo invirtió en la constructora, tras la venta de sus empresas emisoras.
En 2006, la compañía vendió el tour operador Iberojet junto con otra marcas como Solplan, Turavia o Viva Tours, la compañía aérea Iberworld, Iberojet Cruceros y la red de oficinas minoristas Viajes Iberia con más de 500 puntos de venta distribuidos por toda la geografía española, con el objetivo de potenciar el desarrollo y la expansión de su principal área de negocio: la división hotelera.
Además, Fluxá ha señalado que Iberostar se inclina más por diversificar los créditos en distintos mercados, aprovechando su posición de empresa internacional, que por la emisión de bonos, a la que acuden actualmente muchas empresas españolas como sustituto de la financiación bancaria.
Ha puesto el ejemplo de México, donde "nos dan todo el dinero que queramos a precios ligeramente más bajos que los de España" o Alemania.
Según Fluxá, una compañía multinacional, cuyo patrimonio no esté totalmente en España, puede acceder a financiación en distintos países más rentables, por lo que "más que en los bonos creo en diversificar los créditos".
En la costa del Pacífico mexicano, donde la cadena mallorquina acaba de inaugurar su primer hotel, ya está estudiando la construcción de un segundo establecimiento, dado que las entidades financieras mexicanas "están más abiertas a dar créditos y son bancos que tienen un ratio de morosidad del 2%, mientras que, en otros países, la media está en un 6% o 7%".
Además, el período de amortización de la inversión en un hotel en el país caribeño se sitúa entre 7 y 8 años (hasta hace cuatro años, incluso era de 4), frente a más de 20 en España.
Actualmente, en España, sólo se puede comprar hoteles ya existentes, ya que su coste por habitación es de unos 60.000 euros frente a 200.000 como mínimo de un establecimiento nuevo, por lo que hoy las inversiones en el mercado español "no son rentables dentro de la hostelería".
En cuanto a los impuestos, Fluxá entiende que "hay que ayudar cuando el país lo necesita y todos tenemos que pagarlos", pero lo importante es que "los países den facilidades para que las empresas ganemos dinero y los impuestos no nos tienen que quitar competitividad porque si no produces a unos precios adecuados, no te compran".
Por último, ha señalado que España está actualmente de moda porque "hay gangas", lo que atrae a muchos fondos americanos "rapiña", pero lo importante es que empieza a haber cierta confianza a nivel empresarial y "la confianza, y que la gente diga que va mejor, mueve la economía hacia delante".EFECOM
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