Por Andrew Downie
SAO PAULO, 29 jun (Reuters) - Le eliminación de Brasil en los cuartos de final de la Copa América ante Paraguay volvió a desatar el debate respecto a cómo debe hacer el "scratch" para recuperar la gloria perdida del equipo. Algo que, por otra parte, no es nuevo.
Un año después de la humillante goleada 7-1 ante Alemania por las semifinales del Mundial que jugó como local, la nueva eliminación parece tener conexiones con aquel fracaso.
El diagnóstico -el mismo que se hizo hace un año-, es que unos pocos jugadores de gran nivel no pueden ocultar el caos en el que está inmerso el fútbol en Brasil, que necesita cambios urgentes y radicales.
"Que la eliminación haya sido en los penaltis no puede ocultar la realidad", dijo el columnista Juca Kfouri en la edición del domingo del diario Folha de S.Paulo. "No tenemos jugadores, no tenemos equipo, no tenemos entrenador, y en la cima de la pirámide hay un exceso de incompetencia".
Kfouri, como muchos hinchas, culpan a la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF) y a Dunga, el entrenador que asumió el cargo dos semanas después de la eliminación en el Mundial.
La continuidad de Dunga no parece correr riesgo tras la caída 4-3 en los penalties el sábado, pero el entrenador no es precisamente popular.
Las flojas actuaciones en la Copa borraron la euforia por la racha de victorias seguidas en el proceso preparatorio.
Tras el Mundial, los críticos pidieron cambios drásticos, con un calendario local más corto y ordenado, una limpieza en la CBF y una liga independiente que sea controlada por los clubes.
De acuerdo a Tostao, una leyenda miembro del equipo que ganó el Mundial de 1970, los problemas actuales de Brasil radican en una generación que carece del gran talento mostrado en el pasado.
"Además de falta de calidad individual y colectiva, la selección vive el complejo de unas expectativas enormes y la responsabilidad por la historia del fútbol de Brasil", escribió en Folha de S.Paulo.
"Los futbolistas que no son estrellas no tienen confianza y carecen de balance emocional en los partidos decisivos".
Dunga dijo que la derrota se debió en parte a un virus que afectó a buena parte de su plantel, pero destacó que la derrota será una buena enseñanza para las eliminatorias para el Mundial 2018, que comienzan en octubre.
Brasil ha jugado todos los Mundiales de la historia, por lo que la presión esta vez será gigantesca.
"Este torneo es muy importante para que los jugadores se acostumbren a la eliminatoria. Queríamos ganar este torneo, que es muy importante, pero es una gran lección para la eliminatoria, que es nuestro gran objetivo", sostuvo el entrenador poco después de la eliminación.
(Editado en español por Javier Leira)