(Repite nota enviada en la noche del lunes, texto sin cambios)
BOGOTÁ, 9 mar (Reuters) - Un líder de la guerrilla de las FARC murió en un combate con las Fuerzas Militares en una zona selvática del noroeste de Colombia, informaron el lunes fuentes castrenses.
El enfrentamiento se enmarca en la ofensiva del Gobierno contra la insurgencia, pese a la tregua unilateral que declaró el grupo rebelde desde diciembre en medio de la negociación de paz en Cuba.
El combate en el que murió José David Suárez, alias "El Becerro", comandante del frente 57 de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), acusado del manejo del narcotráfico del grupo rebelde en la frontera con Panamá, se produjo cerca al municipio de Bojayá, en el departamento del Chocó.
"Con 36 años en la organización, era el encargado de coordinar el envío de cargamentos de cocaína hacia Centroamérica y Norteamérica. Además manejaba las finanzas y adquisición de material bélico y logístico para el bloque Iván Ríos", dijo un comunicado del Comando General de las Fuerzas Militares.
Suárez era acusado de haber participado en un ataque contra el municipio de Bojayá que dejó al menos 79 personas muertas y decenas de heridos en mayo del 2002, cuando rebeldes de las FARC lanzaron misiles de fabricación casera contra la iglesia del pueblo en donde se refugiaba la población para protegerse de combates entre rebeldes y paramilitares.
También dirigió el ataque que dejó 21 policías muertos y siete secuestrados en el municipio de Vigía del Fuerte en el año 2000.
La muerte se produjo dos días después de que el Gobierno y las FARC lograron en Cuba un acuerdo para desminar áreas selváticas y montañosas en Colombia, el primer paso concreto en la negociación de paz para reducir la intensidad del violento conflicto interno de más de medio siglo que ha dejado 220.000 muertos y millones de desplazados.
La guerrilla, que cuenta con unos 8.000 combatientes, declaró un cese unilateral e indefinido al fuego desde el 20 de diciembre pasado, lo que se ha evidenciado en una reducción de la intensidad del conflicto.
Aunque la negociación se cumple en medio de frecuentes ataques, combates y bombardeos, Santos envió a un grupo de militares a La Habana para discutir con las FARC medidas que incluyen un posible cese bilateral del fuego, algo a lo que se oponía al inicio del diálogo que comenzó en noviembre del 2012.
En los diálogos de Cuba, que han logrado más avances que todos los esfuerzos previos para la paz, las partes han llegado a acuerdos para dar acceso a la tierra para los campesinos pobres, facilitar la transformación de la guerrilla en un partido político, combatir el narcotráfico y sobre desminado.
Todavía quedan pendientes complejos asuntos como la compensación a las víctimas y el fin del conflicto. Una vez que se alcance un acuerdo, los colombianos deben aprobarlo en una consulta o un referendo. (Reporte de Luis Jaime Acosta)