por Mercedes del Signo del Rio
(Actualiza con información adicional a lo largo de la historia)
Infosel, febrero. 7.- El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que seguirá adelante con el plan de realizar una rifa entre la ciudadanía para obtener los más de dos mil millones de pesos en que está valuado el llamado avión presidencial de México, a pesar de las críticas y hasta burlas que despertó esa propuesta.
Claro que, pese a lo prometido en un inicio, el gobierno informó que no entregará la aeronave valuada en 130 millones de dólares como premio y, más bien, rifará dos mil millones de pesos (107 millones de dólares), que serán distribuidos en 100 billetes premiados con 20 millones de pesos cada uno.
De hecho, de manera paralela al sorteo --que se llevará a cabo el 15 de septiembre, tal como quería el presidente cuando propuso celebrar el sorteo en una fecha crucial para México--, el gobierno seguirá con el esfuerzo de vender el avión a cualquier interesado que esté dispuesto a pagar el valor de avalúo o al menos algo muy cercano.
"Ya se tomó la decisión de rifar el avión", dijo López Obrador en su conferencia de prensa matutina. "Se va a convertir en dinero, estamos considerando entregar premios a los 100 que ganen de 20 millones de pesos cada uno".
A pesar de que la imagen que aparecerá en los boletos del sorteo es del mismo avión presidencial, los llamados "cachitos" ganadores no tendrán posibilidades de hacerse con la nave, como se planteó en un inicio.
"Es que no les queremos entregar un problema, queremos entregar un premio, que lo disfruten, porque entonces sí los memes de dónde estacionarlo", dijo López Obrador, en tono de broma, al relatar sus planes en la conferencia de prensa matutina del viernes.
Desde su campaña, el presidente dijo que la compra del avión que usó su antecesor Enrique Peña Nieto y que fue adquirido por Felipe Calderón era una afrenta para el pueblo mexicano y un gasto excesivo para el gobierno, por lo que una vez que llegara al cargo lo pondría a la venta.
Por ello, en diciembre de 2018, López Obrador ordenó enviar la aeronave modelo 787 Dreamliner, del fabricante Boeing (NYSE:BA), a California, Estados Unidos, para que iniciara un proceso de venta que contaría con la colaboración de la Organización de las Naciones Unidas.
Ese proceso no llegó a buen puerto y México solo obtuvo una oferta de compra, que fue rechazada porque estuvo por debajo del precio de avalúo, por lo que el 14 de enero López Obrador anunció el regreso al país de la aeronave.
Más tarde, López Obrador sorprendió y despertó dudas hace unas semanas al anunciar la rifa de la aeronave, a través de la Lotería Nacional. Incluso, la propuesta inicial contemplaba que el gobierno otorgaría un año de resguardo y mantenimiento a la aeronave para quien resultara ganador y agregó que le permitiría revender el avión siempre y cuando 'no se malbaratara'.
Ahora, sin embargo, López Obrador aclaró que la rifa se hará, pero no incluirá el avión presidencial, sino que el premio será en efectivo por una parte del valor de la aeronave.
"Se van a vender seis millones de cachitos, lo que nos va a permitir obtener en general, si se venden todos los números, tres mil millones, se van a entregar en premio dos mil", dijo el primer mandatario, en su habitual encuentro con medios de comunicación. "Los mil restantes, son 400, 500 para completar lo del avalúo, porque el avalúo del avión es de más de dos mil millones de pesos".
No es claro qué pasaría si el gobierno no logra colocar los seis millones de boletos que estimó para recuperar el valor del avión e incluso obtener un beneficio financiero de alrededor de 500 millones de pesos. Si la Lotería Nacional vendiera menos de cuatro millones de boletos captaría menos del valor estimado por el presidente.
"No tenemos contemplada esa posibilidad porque yo estoy seguro que se van a vender todos los boletos, y tenemos demanda. La gente quiere ayudar, yo tengo mucha fe en el pueblo", dijo el mandatario.
López Obrador detalló que una vez que retorne a suelo nacional pondrá el avión en manos de la Secretaría de la Defensa Nacional para continuar con el intento de venderlo por dos años más. En ese tiempo, el gobierno mexicano deberá desembolsar al ejército una cantidad de 200 millones de pesos anuales por costos de operación.
"Si aparece un comprador, se vende a precio de avalúo. Todo esto lo estamos haciendo para no rematarlo. . . al mismo tiempo que se mantiene mientras se vende, se va a poder rentar, y ya hay un contrato de renta de un año", dijo el primer mandatario, sin aclarar con qué empresa se firmó ese contrato.
Además, dijo que el avión se podrá visitar hasta el 15 de septiembre, a menos que un comprador lo adquiera antes.
La venta del avión "va a ser después de la rifa, pero puede ser de inmediato, o sea, ya si está el comprador a precio de avalúo, ya se entrega", dijo el presidente.
La urgencia del gobierno por vender la aeronave, además de un mensaje político, también responde a la necesidad de cumplir la promesa que hizo de utilizar los recursos de la venta para adquirir material y equipamiento médico que será destinado a localidades que lo necesiten.
Claro que, todo ello, sin contemplar que el país todavía deberá desembolsar dos mil 27 millones de pesos por concepto de amortización de la deuda con que se adquirió el avión en 2012 y de pago de intereses al Banco Nacional de Obras Públicas, o Banobras, que fue quien lo adquirió hace siete años.
López Obrador explicó que el Instituto para Devolverle al Pueblo lo Robado aportará dos mil millones de pesos, que saldrán de dinero y bienes incautados, con lo que se creará una bolsa total de cinco mil millones de pesos.
Con eso "se pagaron los premios, se mandó el dinero a salud y se pagaron los costos de la rifa de estas dos fuentes de recursos", dijo Jorge Mendoza, el director de Banobras, en la conferencia. "Ahora, ¿dónde queda Banobras? Vamos a hacer una transacción intragobierno, porque esto es una deuda entre partes, donde se va a llevar a cabo un aprovechamiento al banco, con eso se va a pagar el adeudo, solamente el adeudo, los intereses ya no se tendrán que pagar, o se buscará otra bolsa dentro de la tesorería o del fondo también de vivienda que tenemos, que podríamos hacer una disminución de capital y con eso vamos a dar por terminado el arrendamiento".
López Obrador hizo un llamado a la ciudadanía para que participe de este sorteo y adelantó que convocará a una reunión con empresarios el miércoles, para pedirles que ellos se comprometan a comprar boletos para sus trabajadores.
"Conozco bien los sentimientos de generosidad de nuestro pueblo y hasta la gente más humilde va a ahorrar. También por eso se amplió el plazo, porque el que no tenga los 500 disponibles puede ir ahorrando", dijo el presidente.
El anuncio despertó reacciones muy diversas, que van desde respaldo hasta críticas de quienes señalan la rifa como engañosa, porque parece tratarse más bien de una colecta para financiar la deuda del avión.
"La única rifa en el mundo de un avión presidencial donde el premio no es un avión presidencial", escribió el historiador y escritor Alejandro Rosas, en su cuenta personal de Twitter, al referirse al sorteo anunciado por López Obrador.
Lo que es cierto es que el gobierno, al resolver el tema del avión presidencial de esta manera, sabe que está explorando opciones que no solo son poco ortodoxas y que podrían establecer un nuevo paradigma, que bien podría llamarse Amlonomics si se vuelve recurrente.
"Es un proceso, estamos en el terreno de lo inédito. A ver, ¿había algún antecedente así en México, en el mundo? No. Entonces, se hace camino al andar", dijo. "Todo aquello que se pueda deteriorar y que se tenga ahí y signifique pérdida, vamos a convertirlo en bienestar para el pueblo".
(Actualiza con información adicional a lo largo de la historia)
Infosel, febrero. 7.- El presidente Andrés Manuel López Obrador anunció que seguirá adelante con el plan de realizar una rifa entre la ciudadanía para obtener los más de dos mil millones de pesos en que está valuado el llamado avión presidencial de México, a pesar de las críticas y hasta burlas que despertó esa propuesta.
Claro que, pese a lo prometido en un inicio, el gobierno informó que no entregará la aeronave valuada en 130 millones de dólares como premio y, más bien, rifará dos mil millones de pesos (107 millones de dólares), que serán distribuidos en 100 billetes premiados con 20 millones de pesos cada uno.
De hecho, de manera paralela al sorteo --que se llevará a cabo el 15 de septiembre, tal como quería el presidente cuando propuso celebrar el sorteo en una fecha crucial para México--, el gobierno seguirá con el esfuerzo de vender el avión a cualquier interesado que esté dispuesto a pagar el valor de avalúo o al menos algo muy cercano.
"Ya se tomó la decisión de rifar el avión", dijo López Obrador en su conferencia de prensa matutina. "Se va a convertir en dinero, estamos considerando entregar premios a los 100 que ganen de 20 millones de pesos cada uno".
A pesar de que la imagen que aparecerá en los boletos del sorteo es del mismo avión presidencial, los llamados "cachitos" ganadores no tendrán posibilidades de hacerse con la nave, como se planteó en un inicio.
"Es que no les queremos entregar un problema, queremos entregar un premio, que lo disfruten, porque entonces sí los memes de dónde estacionarlo", dijo López Obrador, en tono de broma, al relatar sus planes en la conferencia de prensa matutina del viernes.
Desde su campaña, el presidente dijo que la compra del avión que usó su antecesor Enrique Peña Nieto y que fue adquirido por Felipe Calderón era una afrenta para el pueblo mexicano y un gasto excesivo para el gobierno, por lo que una vez que llegara al cargo lo pondría a la venta.
Por ello, en diciembre de 2018, López Obrador ordenó enviar la aeronave modelo 787 Dreamliner, del fabricante Boeing (NYSE:BA), a California, Estados Unidos, para que iniciara un proceso de venta que contaría con la colaboración de la Organización de las Naciones Unidas.
Ese proceso no llegó a buen puerto y México solo obtuvo una oferta de compra, que fue rechazada porque estuvo por debajo del precio de avalúo, por lo que el 14 de enero López Obrador anunció el regreso al país de la aeronave.
Más tarde, López Obrador sorprendió y despertó dudas hace unas semanas al anunciar la rifa de la aeronave, a través de la Lotería Nacional. Incluso, la propuesta inicial contemplaba que el gobierno otorgaría un año de resguardo y mantenimiento a la aeronave para quien resultara ganador y agregó que le permitiría revender el avión siempre y cuando 'no se malbaratara'.
Ahora, sin embargo, López Obrador aclaró que la rifa se hará, pero no incluirá el avión presidencial, sino que el premio será en efectivo por una parte del valor de la aeronave.
"Se van a vender seis millones de cachitos, lo que nos va a permitir obtener en general, si se venden todos los números, tres mil millones, se van a entregar en premio dos mil", dijo el primer mandatario, en su habitual encuentro con medios de comunicación. "Los mil restantes, son 400, 500 para completar lo del avalúo, porque el avalúo del avión es de más de dos mil millones de pesos".
No es claro qué pasaría si el gobierno no logra colocar los seis millones de boletos que estimó para recuperar el valor del avión e incluso obtener un beneficio financiero de alrededor de 500 millones de pesos. Si la Lotería Nacional vendiera menos de cuatro millones de boletos captaría menos del valor estimado por el presidente.
"No tenemos contemplada esa posibilidad porque yo estoy seguro que se van a vender todos los boletos, y tenemos demanda. La gente quiere ayudar, yo tengo mucha fe en el pueblo", dijo el mandatario.
López Obrador detalló que una vez que retorne a suelo nacional pondrá el avión en manos de la Secretaría de la Defensa Nacional para continuar con el intento de venderlo por dos años más. En ese tiempo, el gobierno mexicano deberá desembolsar al ejército una cantidad de 200 millones de pesos anuales por costos de operación.
"Si aparece un comprador, se vende a precio de avalúo. Todo esto lo estamos haciendo para no rematarlo. . . al mismo tiempo que se mantiene mientras se vende, se va a poder rentar, y ya hay un contrato de renta de un año", dijo el primer mandatario, sin aclarar con qué empresa se firmó ese contrato.
Además, dijo que el avión se podrá visitar hasta el 15 de septiembre, a menos que un comprador lo adquiera antes.
La venta del avión "va a ser después de la rifa, pero puede ser de inmediato, o sea, ya si está el comprador a precio de avalúo, ya se entrega", dijo el presidente.
La urgencia del gobierno por vender la aeronave, además de un mensaje político, también responde a la necesidad de cumplir la promesa que hizo de utilizar los recursos de la venta para adquirir material y equipamiento médico que será destinado a localidades que lo necesiten.
Claro que, todo ello, sin contemplar que el país todavía deberá desembolsar dos mil 27 millones de pesos por concepto de amortización de la deuda con que se adquirió el avión en 2012 y de pago de intereses al Banco Nacional de Obras Públicas, o Banobras, que fue quien lo adquirió hace siete años.
López Obrador explicó que el Instituto para Devolverle al Pueblo lo Robado aportará dos mil millones de pesos, que saldrán de dinero y bienes incautados, con lo que se creará una bolsa total de cinco mil millones de pesos.
Con eso "se pagaron los premios, se mandó el dinero a salud y se pagaron los costos de la rifa de estas dos fuentes de recursos", dijo Jorge Mendoza, el director de Banobras, en la conferencia. "Ahora, ¿dónde queda Banobras? Vamos a hacer una transacción intragobierno, porque esto es una deuda entre partes, donde se va a llevar a cabo un aprovechamiento al banco, con eso se va a pagar el adeudo, solamente el adeudo, los intereses ya no se tendrán que pagar, o se buscará otra bolsa dentro de la tesorería o del fondo también de vivienda que tenemos, que podríamos hacer una disminución de capital y con eso vamos a dar por terminado el arrendamiento".
López Obrador hizo un llamado a la ciudadanía para que participe de este sorteo y adelantó que convocará a una reunión con empresarios el miércoles, para pedirles que ellos se comprometan a comprar boletos para sus trabajadores.
"Conozco bien los sentimientos de generosidad de nuestro pueblo y hasta la gente más humilde va a ahorrar. También por eso se amplió el plazo, porque el que no tenga los 500 disponibles puede ir ahorrando", dijo el presidente.
El anuncio despertó reacciones muy diversas, que van desde respaldo hasta críticas de quienes señalan la rifa como engañosa, porque parece tratarse más bien de una colecta para financiar la deuda del avión.
"La única rifa en el mundo de un avión presidencial donde el premio no es un avión presidencial", escribió el historiador y escritor Alejandro Rosas, en su cuenta personal de Twitter, al referirse al sorteo anunciado por López Obrador.
Lo que es cierto es que el gobierno, al resolver el tema del avión presidencial de esta manera, sabe que está explorando opciones que no solo son poco ortodoxas y que podrían establecer un nuevo paradigma, que bien podría llamarse Amlonomics si se vuelve recurrente.
"Es un proceso, estamos en el terreno de lo inédito. A ver, ¿había algún antecedente así en México, en el mundo? No. Entonces, se hace camino al andar", dijo. "Todo aquello que se pueda deteriorar y que se tenga ahí y signifique pérdida, vamos a convertirlo en bienestar para el pueblo".