Redactor: Cesar Enrique Perez Moreno
Infosel, agosto. 9.- Los precios de las gasolinas automotrices en el país vieron su mayor aceleración en los últimos cinco meses durante julio, conforme el gobierno redujo el estímulo fiscal que determina para mitigar las variaciones del precio en el mercado interno.
El precio de la gasolina de bajo octanaje registró su séptimo incremento mensual del año, ahora de 1.8% con respecto a junio, el mayor avance desde que los precios de ese combustible subieron 4.3% en febrero frente a enero.
Con el incremento, la gasolina de bajo octanaje, también conocida en el país como Magna, acumuló un alza de 14.6% en lo que va de 2018, de acuerdo con cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la dependencia encargada de recabar las cifras económicas y sociales del país.
El incremento del mes pasado al precio promedio de la gasolina Magna dejó su cotización en un nivel 19.5% por arriba del que tenía en el séptimo mes de 2017.
Por lo que se refiere a la gasolina de alto octanaje, anteriormente conocida aquí como Premium, el incremento promedio del mes pasado fue de 1.6%, igualmente el mayor desde el avance de 3.3% de febrero.
Así, en lo que va de 2018, esa gasolina registra un aumento de 11.1%, mientras que en términos anuales reporta un alza de 15.3%, de acuerdo con datos de Inegi.
Los precios de las gasolinas en México han venido elevándose en meses recientes, conforme el gobierno retiró parte del estímulo fiscal que otorga a los consumidores vía el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS).
A partir de 2017 el gobierno dio fin al esquema de control de combustibles que aplicó durante casi ocho décadas, con el objeto de crear un mercado de comercialización de gasolinas que fuera competitivo.
No obstante, la mayor parte de los combustibles que demanda el mercado mexicano provienen del extranjero, principalmente del sur de Estados Unidos, por lo que el comportamiento de las gasolinas está determinado por los cambios en los precios internacionales de la molécula y por las variaciones en el tipo de cambio.
De ahí que, para evitar cambios bruscos, el gobierno creó un esquema en que si los precios internacionales subían entonces reducía la cantidad de IEPS que cobraba. En caso contrario, si los precios de referencia bajaban, entonces podría subir nuevamente la carga fiscal.
Eso ocurrió en julio, cuando el gobierno dejó de cobrar, en promedio, 47.3% del IEPS de gasolina de bajo octanaje o el equivalente a 2.17 pesos por litro, así como un 26% del impuesto para gasolina de alto octanaje o 0.863 pesos por litro.
El estímulo en pesos que determinó la Secretaría de Hacienda y Crédito Público en julio fue 21.3% con respecto al de junio en el caso de la gasolina Magna, mientras que para la Premium hubo una reducción de 44.2% en el beneficio fiscal.
El cambio en los precios de las gasolinas en México, de hecho, fue el factor que incidió con más fuerza en el avance de 0.54% que registró el Índice Nacional de Precios al Consumidor en julio con respecto a junio, el mayor aumento mensual del año, de acuerdo con datos de Inegi.
Por otro lado, en cuanto al gas doméstico LP, el precio de ese combustible subió 0.2% el mes pasado, el tercer incremento mensual seguido aunque el aumento más modesto en este lapso.
De esta manera, el precio del gas LP registra un alza acumulada en los primeros siete meses del año de 2.1%, mientras que comparado con el valor que registró en julio de 2017, su costo creció 27.3%.
En cuanto al precio de la electricidad, éste subió 0.7% el mes pasado contra junio, su segundo avance seguido. A pesar del aumento, la electricidad registra una caída de 30.7% entre enero y julio de 2018, así como un valor 3.5% mayor al que tenía en julio de 2017.
Finalmente, el gas natural de uso residencial registró un avance de 1.4% el mes pasado contra junio, para acumular un alza de 6.4% en este año año y un incremento interanual de 8.6%.
Redactor: César E. Pérez