(Actualiza con citas y contexto)
Por Nelson Acosta
LA HABANA, 19 ene (Reuters) - El Gobierno de Colombia y la guerrilla de las FARC acordaron el martes solicitar al Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que ayude en la supervisión del desarme y de un cese al fuego definitivo, una vez que alcancen un acuerdo de paz que ponga fin a más de cinco décadas de conflicto armado.
Este paso es para los representantes de ambas partes una señal de que están en la recta final del diálogo iniciado hace tres años en La Habana para terminar con una guerra interna que ha dejado más de 220.000 muertos. En 2015, habían prometido un pacto antes del 23 de marzo.
"Hemos decidido solicitar al Consejo de Seguridad de la ONU la creación, desde ya, de esa misión política con observadores no armados por un período de 12 meses, prorrogrables a petición del Gobierno nacional y las FARC", anunciaron en un comunicado conjunto leído a periodistas por los garantes del proceso.
El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, había dicho el año pasado que harían la solicitud a Naciones Unidas.
El anuncio ocurre dos días después de que los negociadores de ambos lados se reunieron en La Habana con el presidente cubano, Raúl Castro, y seis integrantes del equipo de las FARC se internaron en las selvas y montañas de Colombia para explicar a sus combatientes los avances en las conversaciones.
"Es un momento determinante en la marcha de las conversaciones, no es cualquier momento", dijo el jefe del equipo negociador del Gobierno colombiano, el ex vicepresidente Humberto de La Calle, luego del anuncio.
"Bajo la garantía de la ONU, con el apoyo de la CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), este es un mensaje de tranquilidad para los colombianos. No estamos pensando en maquillar un cese del fuego ficticio por salir del paso", añadió.
Luego del fracaso de tres negociaciones, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el Gobierno han logrado consensos para dar acceso a la tierra a los campesinos pobres, la lucha contra el narcotráfico, la transformación política de la guerrilla, así como sobre la justicia, las víctimas y el desminado.
Los puntos actuales en la mesa son el cese bilateral y definitivo del fuego, así como la creación de mecanismos de refrendación de los pactos.
Para las FARC, el acuerdo anunciado el martes "constituye una fuerte señal y una feliz premonición de que el proceso de paz de Colombia se encamina inexorablemente hacia la terminación del más largo conflicto del continente", dijo Iván Márquez, jefe del equipo negociador de la guerrilla.
"Es un hecho que las conversaciones en busca de la anhelada reconciliación han entrado en una etapa definitiva, y que 60 años de confrontación pueden concluir, para regocijo de la humanidad, en el curso de este 2016", afirmó al leer un comunicado a periodistas. (Reporte de Nelson Acosta; Editado por Silene Ramírez)