Por Eliana Raszewski y Luc Cohen
BUENOS AIRES, 6 sep (Reuters) - Empresarios argentinos están alertando al gobierno que la reforma impositiva planificada para después de las elecciones legislativas de octubre debe reducir significativamente sus tributos, aún cuando el presidente Mauricio Macri se esfuerza por preservar los ingresos fiscales.
Macri ha dicho que la alta carga tributaria está frenando la inversión e incluso en una conferencia de prensa sostuvo que los impuestos "nos están matando".
Sin embargo, su gobierno tiene poco margen para bajar los impuestos debido a que también tiene como objetivo reducir el déficit fiscal en un punto porcentual para alcanzar un 3,2 por ciento del producto bruto interno a fines del 2018.
Un funcionario del ministerio de Hacienda le dijo a Reuters la semana pasada que el objetivo principal de la reforma no es reducir la presión tributaria, que ronda el 33 por ciento del PIB, sino ampliar la base de los contribuyentes, a través de la lucha contra la evasión y el empleo informal para poder disminuir "gradualmente" los impuestos distorsionadores.
"Estamos totalmente de acuerdo en la formalización (apuntar a los que evaden), pero, además, la presión fiscal a estos niveles es inviable", dijo Daniel Funes de Rioja, vicepresidente de la Unión Industrial Argentina, que se reunió con funcionarios del Gobierno la semana pasada para hablar de la reforma.
"Lo que estamos tratando es acelerar aquellas medidas que puedan gravitar más inmediatamente en la competitividad para mejorar nuestro perfil exportador", agregó el empresario.
La presión tributaria en Argentina está por encima de la mayoría de los países latinoamericanos y en línea con los países desarrollados, que ofrecen mejores servicios públicos.
El Impuesto al Valor Agregado (IVA) del 21 por ciento en el país austral es superior al promedio del 15,7 por ciento global y del 13 por ciento en América Latina, según datos de TMF Group.
A su vez, el impuesto a las ganancias en Argentina es del 35 por ciento, por encima del 24,29 por ciento a nivel global y del 27,98 por ciento en la región, de acuerdo a TMF Group.
El funcionario de Hacienda no quiso dar detalles de la reforma, mientras que la semana pasada Federico Pinedo, presidente provisional del Senado y aliado de Macri, dijo a Reuters que el Gobierno va a negociar la reforma con los legisladores de la oposición hacia fin de año.
"Está claro que se requiere una reforma fiscal. No es fácil hacerla sin hablar de gasto público", dijo el miércoles a Reuters Claudio Cirocco, director de impuestos para TMF Group en Argentina.
A pesar de que la coalición del Gobierno "Cambiemos" no tendrá mayoría legislativa en ninguna de las dos cámaras del Congreso, un buen resultado electoral en octubre le dará mayor poder para llevar adelante su agenda de reformas.
"Hay que bajar impuestos, empezando por eliminar los más distorsivos", dijo el miércoles el economista José Luis Espert en una presentación en la Cámara de Comercio de los Estados Unidos en Argentina.
"Sin bajar impuestos, la reforma impositiva es irrelevante", agregó. (Con reporte adicional de Nicolás Misculin; Editado por Javier López de Lérida)