Bank of America (BofA) presentó un análisis del panorama económico de Taiwán, destacando el importante papel de la nación en la cadena mundial de suministro tecnológico. Como gran productor de semiconductores, Taiwán es responsable de más del 60% del suministro mundial y del 90% de los chips avanzados, aportando el 10% del valor añadido en la cadena mundial de suministro de semiconductores.
Se espera que el dominio del país en el sector tecnológico impulse el crecimiento económico a corto y medio plazo, y BofA prevé un sólido crecimiento del PIB del 3,7% en 2024.
El reciente aumento de las exportaciones, especialmente desde la segunda mitad de 2023, se ha atribuido a la creciente demanda de inteligencia artificial (IA). Se espera que este aumento siga reforzando la recuperación de las exportaciones y el impulso inversor de Taiwán. A pesar de estas tendencias positivas, BofA advirtió de los riesgos asociados a la falta de diversificación económica de Taiwán.
La fuerte dependencia del país del sector tecnológico, en particular de las exportaciones, que representan más del 50% del PIB, lo hace vulnerable a las recesiones del comercio mundial, las tendencias de deslocalización y los riesgos geopolíticos.
BofA identificó tres restricciones principales que podrían limitar el potencial de crecimiento de Taiwán: una escasez estructural de suministro de energía, una reserva cada vez menor de talentos tecnológicos y retos en la gestión de la estabilidad macroeconómica y financiera debido a los grandes flujos de capital. Estos problemas se ven agravados por la concentración de las exportaciones: el 60% son productos tecnológicos y el 35% se destina a China continental y Hong Kong.
Aunque el gobierno taiwanés ha aplicado políticas destinadas a diversificar la inversión extranjera directa (IED) desde mediados de la década de 2010, BofA señala que estos esfuerzos no han abordado fundamentalmente los retos estructurales a los que se enfrenta la economía. Las políticas no han promovido significativamente la diversificación o la resiliencia.
BofA sugiere que el gobierno debe tomar medidas inmediatas para abordar la seguridad energética y la escasez de talento para fortalecer la seguridad económica.
Para garantizar un crecimiento sostenible a largo plazo, BofA recomienda que Taiwán explore nuevas oportunidades ampliando sus conocimientos tecnológicos a otras industrias de alto valor añadido como el diseño de semiconductores, la biotecnología, las energías renovables y las máquinas inteligentes, así como a sectores de servicios como la sanidad.
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