México, 30 ene (.).- México creció un 2,1 % en 2017, según datos preliminares publicados hoy, una cifra que si bien es inferior a la registrada el año anterior da "aliento" a la economía, afirmó la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
"El balance de la parte económica es buena, el año pasado empezamos con unas expectativas de crecimiento mucho más bajas, empezamos con (el) 1,5 %", dijo a medios el titular de la cartera, José Antonio González Anaya, al término de un acto en Ciudad de México.
El hecho de que el dato de crecimiento -2,1 % en cifras reales con respecto al año anterior y del 2,3 % desestacionalizadas- esté "sólidamente por arriba del 2 % nos da aliento", agregó.
No obstante, el dato implica una ralentización de la economía frente a 2016, cuando el producto interior bruto (PIB) registró, en términos reales, un incremento del 2,9 %, cifra que fue ajustada al alza después del 2,3 % reportado previamente.
En la última revisión de su pronóstico de crecimiento en noviembre, el Gobierno mexicano calculó el aumento del PIB en un rango de entre el 2 y el 2,6 % este año, a pesar de un contexto internacional complicado y la incertidumbre que genera la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
Los datos preliminares presentados hoy por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) hicieron referencia a que el crecimiento del PIB fue impulsado por avances en los sectores terciario (3,1 %) y primario (2,8 %), mientras que el secundario experimentó una disminución del 0,6 %, en comparación con el año anterior.
Durante el cuarto trimestre del pasado año, el PIB aumentó el 1,8 % con respecto al mismo período de 2016, lo que significa una aceleración del crecimiento económico frente al periodo julio-septiembre de 2017, cuando se incrementó el 1,5 % en términos reales.
El resultado sobre el crecimiento de México no sorprende, según la analista económica del banco Ve por Más Mariana Paola Ramírez, quien dijo a Efe que había ciertos "elementos de riesgo" para este año que no estaban presentes en 2016.
Es el caso de la elevada inflación con la que cerró el año, del 6,77 %, el nivel más elevado desde 2000. Esto "implica salarios reales negativos, afecta al poder adquisitivo en las familias y merma uno de los sectores más importantes que repercute en el crecimiento económico", que es el sector servicios, añadió.
Dichos salarios, argumentó, "no los habíamos visto otros años", así como unos tipos de interés que, comparativamente, son más altos que en periodos anteriores, lo que impacta en el consumo de bienes duraderos.
Ramírez avanzó que en las próximas semanas, cuando se tenga la medición del PIB en la que estén incluidas las inversiones, "seguramente vamos a ver una disminución" en este aspecto, por la "incertidumbre" que ha atravesado el país debido a, entre otros temas, la renegociación del TLCAN con Estados Unidos y Canadá.
La analista matizó que la comparación entre 2016 y 2017 es complicada, dado que el primero fue año bisiesto.
Sin factores coyunturales por temporada, el PIB avanzó un 1,7 % en el cuarto trimestre con respecto a igual periodo de 2016, gracias al sector primario (4 %) y terciario (2,6 %), y pese al retroceso del 0,7 % del secundario.
En este sentido, Ramírez subrayó el avance del sector agropecuario, el cual ha sido "importante" y ha contribuido al crecimiento económico.
El sector se ha visto beneficiado por una "mayor demanda global que podría ser buena, al menos para este año", así como por el incremento de los precios de los 'commodities' (materias primas), añadió.