Investing.com – Lo que antes era casi una certeza, ahora está en debate.
Los analistas habían pronosticado que la Reserva Federal elevaría los tipos de interés tres veces en 2018. De repente, una cuarta subida puede ser una posibilidad, gracias a los últimos acontecimientos.
En el frente económico, el último informe de empleo fue más sólido de lo esperado. No solo se crearon 200.000 puestos de trabajo en enero, sino que una medida clave de los salarios marcó su máximo nivel desde 2009. Además, los datos de inflación más recientes muestran que los precios al consumidor están en máximos de un año.
En los mercados, el dólar continúa debilitándose después de un fuerte retroceso en 2017. Y la rentabilidad del bono a 10 años se encuentra en máximos de cuatro años, buscando el 3%.
La propia Fed ha revisado sus previsiones, diciendo que espera que la inflación suba a su objetivo del 2%, y ha subrayado que está siguiendo de cerca la evolución de los precios.
Luego hay dos grandes incógnitas: cómo ve la amenaza de la inflación el nuevo presidente de la Fed, Jerome Powell, y cuánto va a estimular el crecimiento económico y la inflación la reforma fiscal de la Administración Trump.
Se esperaban alzas de tipos interés en marzo y en junio, seguidas de un tercer incremento en la segunda mitad del año.
Bank of New York Mellon (NYSE:BK) ha afirmado que ahora hay un 50% de probabilidad de una subida de tipos en cada trimestre de este año.