El Presidente electo de Indonesia, Prabowo Subianto, ha propuesto un programa de comidas gratuitas para los escolares, lo que suscita inquietud entre los inversores, preocupados por la salud fiscal del país. Prabowo, que tomará posesión del cargo en octubre, ha subrayado su compromiso con un gasto audaz, respetando al mismo tiempo los límites legales de deuda, que limitan el déficit presupuestario al 3% de la producción económica.
A pesar de los esfuerzos de Prabowo y su equipo por distanciarse de cualquier reputación de imprudencia fiscal, los mercados han reaccionado. Los rendimientos de los bonos han aumentado y la rupia indonesia se ha depreciado, influida en parte por la fortaleza del dólar estadounidense.
Jenny Zeng, directora de inversiones de renta fija para APAC de Allianz SE (ETR:ALVG), señaló que, si bien la situación actual se considera principalmente ruido de mercado, existe una creciente percepción de riesgo fiscal, que podría dar lugar a una demanda de primas de riesgo más elevadas para la deuda pública indonesia. Zeng también señaló la incertidumbre sobre el sucesor del Ministro de Finanzas, Sri Mulyani Indrawati, cuyo mandato se ha caracterizado por la prudencia fiscal.
En respuesta a las preocupaciones fiscales, un banquero de un prestamista chino en Indonesia informó de un cambio de alrededor del 30% de su cartera hacia instrumentos de menor tenor, incluidos los valores a corto plazo denominados en rupias emitidos por el Banco de Indonesia.
La victoria de Prabowo en las elecciones de febrero ha puesto en primer plano sus planes de gasto, y se calcula que su iniciativa de comidas gratuitas costará 71 billones de rupias (4.350 millones de dólares) en 2025. Las finanzas de Indonesia han mejorado bajo la actual administración, con un superávit presupuestario y bonos con grado de inversión, lo que supone un salto significativo desde su estatus de "basura" a principios de siglo.
A pesar de las posibles ventajas de aumentar el gasto para alcanzar un objetivo de crecimiento económico del 8%, inversores como Clifford Lau, gestor de carteras de William Blair, se muestran cautos y han ajustado en consecuencia sus ponderaciones de inversión.
Las inversiones de cartera extranjeras han disminuido, y en junio de este año se habían retirado 2.800 millones de dólares de los bonos del Estado en rupias y del mercado de valores. La rupia ha alcanzado su nivel más bajo en cuatro años frente al dólar, con una pérdida superior al 5% este año, aunque esto está en consonancia con la tendencia general a la baja de las divisas de los mercados emergentes.
Los inversores también se han visto atraídos por los bonos indios, que ofrecen rendimientos comparables y recientemente han sido incluidos en el índice global de JP Morgan. En consecuencia, el rendimiento de los bonos indonesios a 10 años ha subido 35 puntos básicos desde finales de mayo, alcanzando el 7,05%.
Sin embargo, algunos inversores siguen siendo optimistas sobre la estrategia fiscal de Prabowo, que incluye planes para aumentar los ingresos, mejorar el cumplimiento de las obligaciones fiscales y mantener el déficit fiscal en el 2,8% del PIB. Jerome Tay, de abrdn, gestor de inversiones para Asia, se muestra positivo respecto a la deuda pública indonesia a medio plazo, citando su elevado rendimiento y la expectativa de que la Reserva Federal pueda recortar pronto los tipos, lo que supondría cierto alivio para la rupia y los inversores en bonos.
A pesar de los riesgos, incluidos los importantes vencimientos de deuda en 2025, el menor porcentaje de tenencias extranjeras de bonos del Estado en comparación con hace una década sugiere que Indonesia es menos vulnerable a los choques externos. La capacidad del Gobierno para refinanciarse, según Sri Mulyani, depende de que se mantenga la confianza del mercado.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.