WASHINGTON - Estados Unidos ha presentado cargos contra dos empleados de la cadena de medios de comunicación estatal rusa RT, Konstantin Kalashnikov y Elena Afanasyeva, por su presunta implicación en una operación de blanqueo de dinero destinada a influir en las próximas elecciones presidenciales de 2024.
Según el Departamento de Justicia, los acusados utilizaron empresas fantasma e identidades falsas para canalizar 10 millones de dólares a una empresa con sede en Tennessee para la creación de vídeos online que pretendían ahondar en las divisiones políticas dentro de Estados Unidos.
Los vídeos, casi 2.000 en total sobre temas como la inmigración y la inflación, han cosechado 16 millones de visitas en YouTube desde noviembre. En un caso concreto, Afanasyeva instruyó la producción de un vídeo que señalaba a Ucrania y Estados Unidos como responsables de un atentado terrorista en Moscú.
La acusación, sin embargo, no implica a la empresa de Tennessee ni a sus ejecutivos en ningún delito, pero sugiere que no revelaron su financiación por RT y no se registraron como agentes extranjeros.
Los departamentos del Tesoro y de Estado de Estados Unidos también han tomado medidas contra RT, en concreto contra la redactora jefe de la cadena, Margarita Simonovna Simonyan. Estas acciones forman parte de un esfuerzo más amplio para contrarrestar lo que los funcionarios estadounidenses describen como el objetivo de Rusia de aumentar las tensiones políticas en Estados Unidos y socavar el apoyo a la ayuda estadounidense a Ucrania en medio del actual conflicto con Rusia.
El Fiscal General de Estados Unidos, Merrick Garland, hizo hincapié en el compromiso del gobierno de contrarrestar agresivamente la injerencia extranjera en las elecciones estadounidenses, mencionando a Rusia e Irán, así como a China, como posibles amenazas. Mientras tanto, el FBI pretende incautarse de 32 dominios de Internet presuntamente implicados en operaciones de influencia extranjera de Rusia.
RT, que cesó sus operaciones en Estados Unidos tras la invasión rusa de Ucrania, respondió a las acusaciones con sarcasmo, mientras que un legislador ruso las tachó de infundadas. La embajada rusa en Washington aún no se ha pronunciado sobre el asunto, y Moscú ha negado sistemáticamente cualquier implicación en las elecciones estadounidenses.
Esta acusación se produce cuando los servicios de inteligencia estadounidenses han indicado previamente que Rusia podría favorecer al republicano Donald Trump frente a la demócrata Kamala Harris en las elecciones. Trump ha acusado al Departamento de Justicia de actuar en su contra, mientras que los funcionarios señalan que las tácticas rusas se han vuelto más avanzadas, incluido el uso de granjas de bots e inteligencia artificial para dirigirse a grupos específicos de votantes y estados disputados.
Además, el Gobierno estadounidense ha acusado a Irán de intentar influir en el resultado de las elecciones mediante operaciones cibernéticas dirigidas tanto a la campaña de Trump como a la de Harris. La campaña de Trump ha afirmado que Irán fue responsable de filtrar documentos internos de la campaña a los medios de comunicación.
Reuters ha contribuido a este artículo.
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