En respuesta a las crecientes tensiones con China, el ejército de Estados Unidos está reforzando sus infraestructuras en el norte de Australia. Esta iniciativa pretende reforzar la presencia estadounidense en la región Indo-Pacífica y proporcionar ventajas estratégicas en caso de crisis. El desarrollo incluye la construcción de instalaciones para apoyar bombarderos B-52, cazas furtivos F-22 y diversos aviones de reabastecimiento y transporte.
Darwin, situada más cerca de Filipinas que de Canberra, la capital de Australia en la costa este, ha sido históricamente una ciudad de guarnición estratégica tanto para las Fuerzas de Defensa australianas como para la Fuerza de Rotación de los Marines estadounidenses. Esta última pasa en ella seis meses al año. Además, la base Tindal de la RAAF, situada a unos cientos de kilómetros al sur de Darwin, es un centro neurálgico para el poder aéreo australiano y ha servido de base temporal para aviones estadounidenses durante recientes maniobras militares.
Las construcciones del ejército estadounidense en la región incluyen salas de información de inteligencia, pistas mejoradas aptas para bombarderos, almacenes, centros de datos y hangares de mantenimiento. Ya se han establecido instalaciones de almacenamiento de combustible, según confirmaron funcionarios durante una visita poco habitual a las dos bases del norte. Con más de 300 millones de dólares asignados para gastos de construcción de la Fuerza Aérea y la Armada estadounidenses en 2024 y 2025, el norte de Australia se ha convertido en un importante lugar de inversión en el extranjero para estas ramas.
Se prevén más inversiones, ya que la Marina estadounidense busca contratistas para proyectos por un valor potencial de hasta 2.000 millones de dólares. Estos proyectos están previstos en diversos lugares, como las islas Cocos de Australia, Papúa Nueva Guinea y Timor Oriental, y forman parte de una estrategia más amplia para contrarrestar la influencia de China en la región.
El comodoro aéreo Ron Tilley, de la Real Fuerza Aérea Australiana, ha reconocido que Estados Unidos financia las instalaciones de Darwin y Tindal, que servirán de apoyo a las operaciones estadounidenses. El gobierno australiano también se ha comprometido a realizar una importante inversión de 14.000 millones de dólares australianos para reforzar las bases del norte, lo que supone la revisión más importante en materia de defensa desde la Segunda Guerra Mundial.
Los funcionarios estadounidenses y australianos entrevistados hicieron hincapié en que las nuevas instalaciones no deben considerarse bases estadounidenses, abordando la delicada cuestión de la presencia militar extranjera en Australia. El Primer Ministro australiano, Anthony Albanese, ha mantenido que no existen bases estadounidenses en suelo australiano. Las bases permanecerán bajo control australiano, pero podrán ser utilizadas por socios internacionales.
El Cuerpo de Marines de Estados Unidos ha ampliado su presencia de adiestramiento en Darwin, donde se entrenan unos 2.000 marines al año. Esta presencia ha evolucionado para desempeñar un papel en la disuasión regional, con recientes juegos de guerra en los que han participado tropas de Filipinas y Timor Oriental. Los Marines también están construyendo instalaciones en Darwin para sus aviones MV-22 Osprey.
Para Australia, las bases septentrionales proporcionan un mayor acceso al Mar de China Meridional. La base Tindal de la RAAF, en concreto, ofrece una ubicación interior segura para los aviones furtivos F-35A y los drones de vigilancia de largo alcance MQ-4C Triton de Australia. Los escuadrones estadounidenses de F-22 Raptor también han utilizado las instalaciones durante maniobras conjuntas.
A medida que aumenta la presencia militar en Darwin, el alcalde de la ciudad, Kon Vatskalis, ha reconocido los beneficios económicos, aunque a algunos residentes les preocupa la posibilidad de convertirse en objetivo debido a la presencia militar estadounidense. Sin embargo, Vatskalis señala que la situación estratégica de Darwin ya la convierte en un importante punto de interés.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.