Se prevé que las tasas de inflación de las principales economías del África subsahariana se mantengan por encima de los objetivos de los bancos centrales en un futuro previsible. A pesar de las agresivas subidas de los tipos de interés aplicadas en los dos últimos años, que van desde los 450 puntos básicos en Zambia hasta los considerables 1.275 puntos básicos en Nigeria, las presiones inflacionistas siguen siendo fuertes.
La mediana de las previsiones de una reciente encuesta realizada entre el 17 y el 24 de julio indica que países como Angola, Ghana y Nigeria no verán volver pronto la inflación a las bandas objetivo deseadas. Se prevé que Nigeria, la mayor economía africana, experimente un ligero descenso de la inflación hasta una media del 19,9% el año próximo, por debajo del 30,3% de este año, pero aún significativamente superior al objetivo del banco central del 6%-9%.
A principios de esta semana, el banco central nigeriano aumentó su tipo de interés de referencia en 50 puntos básicos, hasta el 26,75%. En junio, la tasa de inflación de Nigeria se situaba en el 34,19%, y la de Ghana en el 22,8%. Se prevé que la inflación ghanesa se sitúe en una media del 13,1% el año próximo, por debajo del 21,1% de este año, pero aún por encima del objetivo del 8% fijado por el Banco de Ghana, con un margen de error de más o menos 2 puntos porcentuales.
Se espera que Ghana concluya el año con unos tipos de interés 200 puntos básicos más bajos, empezando con una reducción de 50 puntos básicos de su tipo principal hasta el 28,50% el lunes.
J.P. Morgan ha señalado la dificultad de predecir el pico de inflación en países como Nigeria, Zambia y Angola, esperando un pico en los próximos 1-2 meses. Sin embargo, se prevé que la trayectoria posterior de desinflación sea gradual, con más riesgos al alza que a la baja.
Se prevé que la inflación de Angola disminuya al 16,7% el año próximo, frente al 27,5% de este año. En Zambia, se espera que la inflación se modere hasta el 11,0% desde el 14,2%. Estas tasas de inflación persistentes se atribuyen a presiones de empuje de los costes, políticas fiscales laxas y debilidad de las divisas.
Por el contrario, Kenia es una historia de éxito relativo, con una inflación que se espera aumente marginalmente al 5,6% el próximo año desde el 5,5% de este año, manteniendo una tasa de un solo dígito similar a la de Sudáfrica, la economía más industrializada del continente.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.