Investing.com – El flirteo de los bonos del Tesoro de EE.UU. a diez años con el 3% de rendimiento era una especie de obsesión en los mercados financieros, pero no es el nivel en sí mismo lo que importa. Es qué ocurre después de eso.
“La gente le está dando a esto más importancia de la que debería”, dice Sam Stovall, estratega jefe de inversiones de CFRA Research. “Si los tipos suben rápidamente, los inversores podrían asustarse”. A medida que la rentabilidad aumenta, los bonos se convierten en una inversión atractiva respecto a las acciones, al ofrecer a los inversores un retorno más seguro por su dinero.
Mayores rendimientos también elevan el coste de endeudamiento para empresas y consumidores, lo que ralentiza el crecimiento económico y recorta los beneficios corporativos.
Stovall también afirma que si los tipos suben de forma gradual y ordenada, es posible que los inversores se lo tomen con calma.
Frank Cappelleri, trader senior en Nomura Instinet señala que los gráficos técnicos apuntan a un máximo de 3,9%.
"Después de 40 años de tipos a la baja, esto es un punto histórico”, indica. “Es difícil saber cómo reaccionará el mercado”.