Investing.com – El presidente de EE.UU., Donald Trump, aún tiene que detallar cómo pretende pagar su plan de infraestructuras de 1,5 billones de dólares, pero, dado su apoyo en el pasado a un incremento del impuesto sobre la gasolina, podría ser incluido como una fuente de ingresos.
Actualmente los estadounidenses pagan muchos menos impuestos en gasolina que los consumidores de otros países.
La tasa federal sobre la gasolina, que subió por última vez en 1993, se sitúa en 18,4 centavos por galón. Si se suma una tasa del estado de 35 centavos de media, el gravamen total es de alrededor de 53 centavos por galón.
El impuesto medio para los 34 países de la OCDE es de 2,62 dólares por galón. Solo México tiene una tasa más baja que la de Estados Unidos.
La Cámara de Comercio está presionando para un incremento de 25 centavos, repartido a lo largo de cinco años.
Los republicanos del Congreso han expresado su oposición a cualquier subida y han afirmado que los consumidores protestarán.
Si bien podrían protestar, 39 estados han aumentado los impuestos sobre la gasolina desde el último incremento federal hace 25 años.
Y con los precios de la gasolina muy por debajo del pico de 2012, podría ser menos doloroso subir el coste de conducir que en el pasado.