La libra esterlina se mantuvo estable y los futuros del índice FTSE 100 indicaban una subida el viernes, tras la decisiva victoria del Partido Laborista en las elecciones parlamentarias. La victoria, liderada por Keir Starmer, ha aportado una sensación de certidumbre a los inversores tras un periodo de volatilidad en los mercados. Con 405 de los 650 escaños parlamentarios asegurados, el Partido Laborista ha establecido una mayoría significativa.
El Primer Ministro conservador, Rishi Sunak, reconoció la derrota mientras la libra mostraba una ligera subida, cotizando en torno a 1,2767 dólares, y se mantenía estable frente al euro en 84,75 peniques. Los futuros del FTSE 100 subieron un 0,24%, superando las ganancias de los valores blue chip europeos.
Laura Foll, gestora de carteras de Janus Henderson Investors, se mostró optimista sobre el resultado de las elecciones, anticipando un impulso gradual de la confianza a medida que la política adquiera un papel menos invasivo en el mercado británico.
Desde que se convocaron las elecciones a finales de mayo, la libra se ha revalorizado un 0,3% frente al dólar, lo que la convierte en la divisa principal con mejor comportamiento este año. También ha vuelto a sus niveles ponderados por el comercio de 2016, lo que sugiere que la era de intensa volatilidad del mercado bajo el liderazgo conservador podría estar terminando.
El director de investigación corporativa para divisas y tipos de Societe Generale declaró que los resultados de las elecciones se habían anticipado y, por tanto, no han alterado significativamente el sentimiento de los inversores hacia la libra. La prima de riesgo de los gilts británicos frente a los bonos alemanes se ha estabilizado este año, en claro contraste con los altos niveles experimentados durante la minicrisis presupuestaria de 2022.
Las acciones británicas han alcanzado máximos históricos en 2023, apoyadas por una economía estable y la ralentización de la inflación. No obstante, persisten los recuerdos de las turbulencias del mercado provocadas por las políticas de la ex Primera Ministra Liz Truss en septiembre de 2022, y las tensas finanzas del país limitarán la capacidad de gasto de cualquier nuevo gobierno.
El analista senior de investigación de Pepperstone destacó los desafíos que tienen por delante los laboristas, señalando el ambicioso objetivo de crecimiento del PIB del 2,5% y el limitado espacio fiscal para el gasto adicional. El Reino Unido se ha enfrentado a una inflación y unos tipos de interés elevados, con una rentabilidad de la deuda pública a 10 años que ha subido hasta situarse en torno al 4,2%, lo que refleja las expectativas de que se retrasen los recortes de los tipos de interés.
Se espera que el Banco de Inglaterra reduzca los tipos de interés en sus reuniones de agosto o septiembre. Según el estratega jefe de mercados de City Index, es probable que la atención del mercado vuelva a centrarse en la política monetaria más que en los resultados de las elecciones, con especial atención a la próxima Declaración de Otoño para cualquier posible cambio en la política fiscal.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.