SANTIAGO, 17 ago (Reuters) - La presidenta chilena, Michelle Bachelet, admitió el jueves que la reforma del sistema de pensiones enviada al Congreso podría tener algún impacto negativo en el empleo, aunque remarcó que su implementación será gradual para reducir esos eventuales efectos.
La reforma propuesta, compuesta de tres iniciativas, incluye elevar del 10 al 15 por ciento la cotización a cargo del empleador y que los fondos adicionales sean manejados por un ente estatal.
Un informe de productividad de los ministerios de Hacienda y del Trabajo estimó que la implementación de la reforma podría tener un efecto negativo de entre 2.200 y hasta 394.000 puestos de trabajo menos, con efectos intermedios de 60.000 a 124.000.
Pero la mandataria socialista desdramatizó esas estimaciones, debido a que el proyecto contempla un alza escalonada en las cotizaciones para amortiguar sus efectos económicos.
"Si bien es cierto que puede tener un impacto, no creo que sea de ese tenor, tan alto", dijo Bachelet a la radio local Universo.
"(La reforma) está hecha de manera muy seria, hay una gradualidad que parte con un 1 por ciento hasta ir completando gradualmente al 5 por ciento en seis años", agregó.
Bachelet ha prometido que con estas medidas las pensiones de un 90 por ciento de los actuales beneficiarios mejorarán en un 20 por ciento. Las poderosas administradoras privadas de fondos de pensiones (AFP) han rechazado la iniciativa, que les impedirá gestionar los aportes adicionales de los trabajadores.
(Reporte de Antonio de la Jara; Editado por Ana Laura Mitidieri)