El candidato presidencial republicano Donald Trump está centrando su plataforma económica en la aplicación de aranceles y recortes fiscales, temas clave para los votantes preocupados por la economía en las elecciones presidenciales de 2024. Los expertos en previsiones presupuestarias estiman que las propuestas de recortes fiscales de Trump podrían aumentar el déficit federal entre 3,6 y 6,6 billones de dólares en diez años, mientras que los planes de la candidata demócrata Kamala Harris podrían añadir una cantidad menor a los déficits o incluso reducirlos.
Trump ha propuesto aranceles que oscilan entre el 10% y el 20% sobre todas las importaciones, y aranceles del 60% o más sobre los productos procedentes de China, para fomentar la fabricación nacional. El 23 de septiembre, amenazó con imponer un arancel del 200% a las importaciones de John Deere si la empresa seguía adelante con sus planes de trasladar la producción a México. La amenaza, que podría violar el Acuerdo entre EE.UU., México y Canadá, se amplió el jueves en Detroit, donde Trump afirmó que aplicaría un arancel del 200% a todos los automóviles importados de México. También prometió créditos fiscales para los fabricantes con sede en Estados Unidos.
Grupos industriales, como la Federación Nacional de Minoristas, se oponen a estos aranceles, que los economistas advierten podrían reavivar la inflación. Sin embargo, una estrecha mayoría de los votantes estadounidenses apoya el aumento de los aranceles sobre las importaciones, especialmente de China, según una reciente encuesta de Reuters/Ipsos.
En el ámbito de los recortes fiscales, Trump ha prometido reducir el tipo del impuesto de sociedades del 21% al 15% para las empresas que produzcan en el país, prorrogando una política que aplicó durante su anterior mandato. También pretende eliminar los impuestos sobre el pago de horas extras, las propinas y los ingresos de la Seguridad Social. Además, Trump planea extender los recortes de impuestos individuales de 2017 y reducir la tributación de los ciudadanos estadounidenses que viven en el extranjero.
El expresidente también ha hecho declaraciones poco claras respecto a la deducción de impuestos estatales y locales (SALT), sugiriendo que podría restaurarla sin especificar si eliminaría el tope de 10.000 dólares introducido por sus recortes fiscales de 2017.
Las propuestas económicas de Trump incluyen además el apoyo a la industria del petróleo y el gas, la posibilidad de volver a poner en juego el Refugio Nacional de Vida Silvestre del Ártico para la perforación, y considerar el fin de un crédito fiscal de 7.500 dólares para los vehículos eléctricos. En sus últimos discursos, ha propuesto que los intereses de los préstamos para automóviles sean deducibles de impuestos y limitar los tipos de interés de las tarjetas de crédito a alrededor del 10%.
Reuters ha contribuido a este artículo.
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