Por Laura Sánchez
Investing.com - Con el índice de referencia ruso MOEX cayendo más del 40% al inicio de este jueves, el comienzo de la negociación se retrasó temporalmente para permitir que el Banco Central de Rusia anunciara un paquete de apoyo de emergencia, interviniendo en los mercados de divisas y aumentando la liquidez de los bancos.
"Para estabilizar la situación en el mercado financiero, el Banco de Rusia decidió iniciar intervenciones en el mercado de divisas... y realizar operaciones hoy para proporcionar liquidez adicional al sector bancario", apunta el organismo en un comunicado.
El regulador dijo que estaba preparado para usar "todas las herramientas necesarias" para evitar lo peor de la volatilidad.
“La guerra Rusia-Ucrania puede terminar penalizando seriamente la recuperación económica, llevando a los mercados a tener que afrontar un escenario de bajo crecimiento y alta inflación. Entendemos que el margen de maniobra de los bancos centrales para hacer frente a este escenario, de cumplirse, es muy limitado, y eso es lo que realmente nos preocupa”, advierten en Link Securities.
Según los analistas de Bankinter (MC:BKT), “los bancos centrales se replantearán el ritmo y la profundidad de sus estrategias de salida”.
“Cualquier guerra entre Rusia y Ucrania sacudirá los tipos de cambio de los países vecinos, debilitando las monedas de toda la región, especialmente con respecto al dólar y, en menor medida, al euro. Esto ocurriría cuando las autoridades monetarias de Europa Central y los Balcanes están subiendo las tasas de interés, tratando de mantener la inflación en el objetivo en economías sobrecalentadas”, advertían hace unos días en el Foro Oficial de Instituciones Monetarias y Financieras (OMFIF en sus siglas en inglés).
“El impacto de la guerra cambiaría todo. Los bancos centrales se enfrentarían a un caso de libro de texto de intervención necesaria para apuntalar sus monedas. Si los bancos centrales deciden intervenir, el éxito depende de dos factores: el tamaño relativo de las reservas de divisas y la evolución potencial de la cuenta corriente. En el caso particular del inminente conflicto entre Rusia y Ucrania, también se debe prestar especial atención a la capacidad de las economías para asegurar sus necesidades energéticas y las consideraciones de cuenta corriente que ello conlleva”, alertaba la publicación.
La cuestión ahora es qué hará la Reserva Federal estadounidense (Fed) en su reunión de marzo. Hasta el momento, el consenso esperaba una subida de tipos de interés de hasta 50 puntos básicos. El Banco Central Europeo (BCE), por su parte, también parecía animarse a subir los tipos este año.