Por Geoffrey Smith
Investing.com -- La epidemia del Covid-19 en Europa amenaza con volver a descontrolarse.
Los Gobiernos de todo el continente están endureciendo las restricciones a las reuniones y a la actividad económica no esencial, con la esperanza de evitar la necesidad de bloquear sus economías por completo como tuvieron que hacer durante el confinamiento de primavera.
La economía de la eurozona se contraerá en más de un 8% este año, y el Reino Unido va camino de contraerse en un 10% o más, así que los Gobiernos caminan por la delgada línea de tratar de mantener sus economías lo más abiertas posible sin permitir que el coronavirus haga estragos en sus poblaciones y colapse sus sistemas sanitarios.
En el Reino Unido, las nuevas infecciones han alcanzado una media de alrededor de 14,000 casos al día durante la última semana, más del doble de su pico durante la primera oleada de la primavera. Si bien esto se debe en parte a que se llevan a cabo muchas más pruebas que en primavera, los ingresos hospitalarios y las muertes (y aquí no hay falsos positivos) también están en aumento.
El Gobierno de Boris Johnson ha implementado un nuevo plan de tres niveles para endurecer las restricciones a las reuniones y la actividad económica, con el objetivo de aportar claridad y rigor a una respuesta política general que a menudo ha parecido azarosa y caótica.
Sin embargo, el anuncio fue socavado por el propio asesor de salud superior del Gobierno, que ha dicho que es probable que ni siquiera el nivel de medidas más restrictivo sea suficiente para detener la propagación de la enfermedad a medida que avanza el invierno.
En Francia, mientras tanto, el número de pacientes de Covid-19 en las unidades de cuidados intensivos hospitalarios vuelve a ser el más alto de los últimos tres meses. El primer ministro Jean Castex ha dicho que la batalla contra el virus va a durar "varios meses más". Castex tiene las manos atadas por una cláusula de la Constitución francesa que no permite que el Gobierno limite las reuniones familiares en casa.
Las curvas de infección también se han elevado drásticamente en toda Europa central, desde Eslovenia hasta la República Checa y Polonia. Sólo en Alemania el virus parece todavía bajo control realmente, e incluso allí las autoridades están haciendo sonar las campanas de alarma. Las restricciones en bares y restaurantes de Berlín y Fráncfort se endurecieron la semana pasada al aumentar las tasas de infección.
La correspondiente desaceleración de la actividad económica (el índice de confianza del ZEW de Alemania se ha desplomado este martes hasta su cota más baja desde mayo) también es alarmante para los banqueros centrales: la presidenta del BCE, Christine Lagarde, dijo la semana pasada que la recuperación parecía "inestable", avivando las expectativas de un aumento de su Programa de Compra de Emergencia Pandémica en su reunión de diciembre. El Banco de Inglaterra, por su parte, ha sondeado a los bancos del Reino Unido sobre su preparación en caso de un recorte los tipos de interés oficiales por debajo de cero por primera vez.
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