Por Geoffrey Smith
Investing.com -- Durante la mayor parte de este año, los bancos centrales del mundo han estado relajando la política monetaria lo más rápido y todo lo que es posible. Pero con los primeros signos del fin de la pandemia a la vista, ¿esta esa tendencia a punto de revertirse?
En una palabra: no. Al menos, no en los mercados desarrollados del mundo, que todavía aseguran que es probable que la próxima medida de política monetaria sean más estímulos en lugar de menos. El Banco Central Europeo prácticamente se ha comprometido a flexibilizar su política monetaria la próxima vez que se reúna, el Banco de Inglaterra sigue coqueteando con la idea de fijar las tasas de interés en territorio negativo, ya que prevé un final volátil del período de transición post-Brexit, y la Reserva Federal está sufriendo visiblemente el deterioro económico causado por la parálisis política en Washington estos últimos meses.
Pero en el mundo de los bancos centrales de los mercados emergentes, el panorama tiene muchos más matices. Los bancos centrales de dos de los mercados emergentes más importantes del mundo, India y Brasil, podrían decidir que deben subir las tasas dentro de no mucho tiempo.
El comité de política monetaria del Banco de la Reserva de la India se reúne el 5 de diciembre, y algunos creen que una subida de los tipos es bastante plausible, en vista del repunte de la inflación de los últimos meses. El banco recortó sus tasas clave en sólo dos fases, de un 5.15% a un 4%, mínimos históricos, en las primeras etapas del año pero la inflación había mostrado una tendencia al alza al principio de la pandemia y esa tendencia ha vuelto con fuerza en los últimos meses, subiendo la tasa anual hasta el 7.6% en octubre.
Asimismo, el Banco Central do Brasil se reúne el 9 de diciembre, en el contexto de una tasa de inflación que va en la misma dirección, aunque menos radicalmente. Desde junio, cuando tocó fondo por debajo del 2%, la inflación se ha más que duplicado hasta el 4.2% a mediados de noviembre.
En la India, los precios de los alimentos han sido los principales culpables, en gran medida como resultado de lluvias excesivas y no estacionales. Sin embargo, también han contribuido las subidas del Gobierno del impuesto sobre los combustibles.
En Brasil, el Gobierno corre el riesgo de importar la desaceleración del crecimiento de Estados Unidos y Europa, que representan más de una cuarta parte de sus exportaciones. China, su mayor socio comercial, sólo representa poco más del 30% de su comercio exterior.
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