BUENOS AIRES, 2 ene (Reuters) - Un pacto social que firmó el nuevo gobierno de Argentina con empresarios y sindicalistas envía un "mensaje contundente" a los acreedores de que la golpeada economía debe reactivarse para que el país pueda pagar su deuda, dijo el jueves el presidente Alberto Fernández.
El equipo económico de la administración peronista está negociando con el Fondo Monetario Internacional y tenedores de bonos privados a fin de acordar una reducción de la deuda antes de unos vencimientos relativamente grandes en el segundo trimestre.
"Es la primera vez donde empresarios, trabajadores y Estado se unen para decirles a los acreedores que (...) primero Argentina debe crecer para después afrontar sus obligaciones", dijo Fernández en una entrevista con Radio 10. "Ese fue un mensaje muy contundente para el Fondo y para los acreedores".
La semana pasada, el gobierno consiguió el apoyo de empresarios y gremios de trabajadores al "Compromiso Argentino por el Desarrollo y la Solidaridad", una declaración de intenciones para sacar a Argentina de la recesión y la alta inflación que sufre la nación latinoamericana.
El documento firmado en la casa de gobierno dice que "la voluntad de pago requiere condiciones compatibles con la atención de la deuda social y el crecimiento de la economía (...) Sin ello, sería imposible cumplir con las obligaciones que asuma el país".
Sobre la relación con el FMI, Fernández dijo que estaba "bien". Sostuvo que "hay otra conducción en el Fondo, hay una mirada más realista de lo que pasa". Previamente, había acusado a la dirección anterior del organismo de endeudar excesivamente a Argentina por necesidades electorales del gobierno pasado.
El FMI ha dicho que comparte los objetivos de Fernández, pero necesita conocer sus planes económicos antes de discutir una reestructuración de la deuda. En la entrevista, el mandatario dijo que esperaba la llegada de una misión del Fondo a Argentina, aunque no ofreció una fecha precisa.
Mientras negocia con los acreedores, el ministro de Economía Martín Guzmán honró los pagos de unos bonos internacionales que vencían a fin de diciembre. Sin embargo, también volvió a postergar unos vencimientos locales que ya habían sido aplazados por el gobierno anterior del expresidente Mauricio Macri. (Reporte de Gabriel Burin. Editado por Eliana Raszewski)