Por Laura Sánchez
Investing.com - Los mercados van perdiendo fuerza a medida que crecen las dudas en torno a las negociaciones comerciales entre Estados Unidos y China.
“La propaganda oficial ha dado paso a un sinfín de comentarios que dejan claro que los chinos están dando ‘jaque mate’ a Trump. Tras dejarle creer que lo aceptaban todo y dejar que Trump pregonara a los cuatro vientos que tenía el acuerdo en la mano, ahora le piden muchos más levantamientos de aranceles de lo que él quería”, comenta José Luis Cárpatos, CEO de Serenity Markets.
Recordamos que China ha exigido a EE.UU. la eliminación de los aranceles de septiembre y los de diciembre como requisito para firmar el denominado acuerdo de Fase 1, ya que consideran que las concesiones que hará el gigante asiático son considerables.
Sigue la tensión
“En este momento no hay acuerdo como se había dicho y todo queda en manos de Trump. Por lo que el mercado está tenso a la espera de ver si hay firma o no. Lo bueno es que si hay firma va a ser mucho más importante de lo que esperábamos y sus efectos benéficos serían mayores. Lo malo es que la posibilidad de que sea todo un nuevo fiasco ha crecido”, apunta Cárpatos.
La presión continúa en Twitter. El diario Global Times ha afirmado tajantemente que “China no aceptará una Fase 1 del acuerdo comercial si EE.UU. no suspende los aranceles adicionales sobre productos chinos, además de eliminar los aranceles previstos para diciembre”.
Lo mismo ha dicho Hu Xijin, editor jefe de este diario y considerado portavoz no oficial del gigante asiático, en su cuenta personal de Twitter: “Para llegar a un acuerdo, China y EE.UU. deben eliminar simultáneamente los aranceles adicionales existentes en la misma proporción, lo que significa que los aranceles que se eliminarán deben ser proporcionales al acuerdo alcanzado”.
"No sé por qué hay tanto ruido sobre esto. Debería estar claro para todos que la reducción de los aranceles debe ser parte de este acuerdo comercial interino", ha dicho a Global Times Li Yong, vicepresidente del comité de expertos de la Asociación Internacional de Comercio de China. "La guerra comercial tiene que ver con los aranceles. ¿Cómo no podemos incluir los aranceles en un acuerdo comercial?".
¿Demasiado pronto para un acuerdo?
Por su parte, South China Morning Post publica que el viaje de Xi Jinping a Brasil "puede ser demasiado pronto" para que China firme un acuerdo parcial de guerra comercial de Estados Unidos.
Pekín y Washington han estado valorando cuándo y dónde los dos líderes se deben reunir, desde que Chile anunció la cancelación de la cumbre de Cooperación Económica Asia-Pacífico de este mes de noviembre.
Sin embargo, South China Morning Post recoge las declaraciones de una fuente cercana a este asunto que afirma que una de las propuestas era que Xi y Trump se citaran en Estados Unidos, pero China no estaría de acuerdo.
“La insistencia del Gobierno del país asiático de no comprometerse hasta que la Administración estadounidense acepte, no sólo congelar las nuevas tarifas que tenía previsto implementar en diciembre si no, también, retirar algunas de las impuestas el pasado septiembre, puede terminar convirtiéndose en un escollo, que retrase más de lo previsto la firma de la primera fase del acuerdo”, destacan en Link Securities.
“Así, tras el optimismo mostrado por los inversores en los últimos días, creemos que ahora se impone la prudencia, lo que llevará a algunos inversores, concretamente los más cortoplacistas, a aprovechar las recientes alzas de muchos valores para realizar plusvalías”, concluyen estos expertos.
Continúan las pérdidas
Mientras ambos países siguen sin ponerse de acuerdo, las pérdidas de la guerra comercial crecen a decenas de miles de millones de dólares.
Según publica CNBC, las importaciones de EE.UU. desde China han caído en 53.000 millones de dólares durante los primeros nueve meses del año, en comparación con el mismo período de 2018. Las exportaciones de EE.UU. a China disminuyeron solo 14.500 millones en el mismo período de tiempo.
Pero, en términos relativos, las pérdidas de EE.UU. son más severas: las exportaciones de EE.UU. a China disminuyeron un 15,5% en comparación con el mismo período del año anterior, una caída mayor que la caída de 13,5% para las importaciones chinas.