Investing.com - Luego de que la Reserva Federal dejó sus tasas en máximos de 23 años, su presidente, Jerome Powell, dejó ver que será difícil que se recorten en la próxima reunión del banco central en marzo. Para nuestro país, una incógnita adicional es saber el momento en el que el Banco de México (Banxico) tomará su respectiva decisión sobre el precio del dinero.
En el contexto de la apreciación del peso en 2022 y 2023, Banxico desempeñó un papel crucial en este escenario gracias a su política monetaria restrictiva, que generó un diferencial de tasas de interés significativo en comparación con Estados Unidos.
En el anuncio realizado el miércoles, la Reserva Federal de Estados Unidos dio señales de que se acerca a una posible reducción de las tasas de interés, evidenciando la confianza de sus directivos en que la inflación se encuentra bajo control, aunque dejó ver que no será en su próxima reunión de marzo, por lo que la primera reducción de tasas podría ocurrir en mayo o junio.
Si bien se cunplieron los pronósticos que apuntaban a que las tasas de Estados Unidos no se moverían en el anuncio de enero, Gabriela Siller Pagaza, Directora de Análisis Económico y Financiero de Banco Base, no descartó, en conferencia de prensa, que decida adelantarse a la decisión de la Fed, dada la posición agresiva con la que previamente actuó para tratar de contener la inflación.
El diferencial de tasas, actualmente en 6 puntos porcentuales, ha atraído capitales de cartera al país, influyendo en la oferta de dólares y, en consecuencia, en el tipo de cambio. Este fenómeno se traduce en un peso más fuerte frente al dólar. Sin embargo, las expectativas giran en torno al posible inicio de un ciclo de recortes en las tasas de interés por parte del Banco de México, al igual que la Reserva Federal de Estados Unidos.
En este juego de movimientos económicos, el momento y la magnitud de los recortes son esenciales. Se prevé que tanto el Banco de México como la Reserva Federal inicien el ciclo de recortes, pero las incógnitas residen en cuándo lo harán y cuántos recortes llevarán a cabo. Este análisis es crucial debido a la cautela de la Fed, esperando más tiempo antes de recortar las tasas debido a que la inflación continúa por arriba de los objetivos de política monetaria.
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Inflación, un factor persistente para las decisiones de política monetaria
El conflicto en Medio Oriente, con su consecuente aumento en los costos de transporte, se presenta como uno de los factores pelican la postura más precavida de la Fed, señaló Siller Pagaza. La Reserva Federal pospuso sus recortes para evitar presiones al alza en la inflación derivadas de estos conflictos y de los costos logísticos globales.
En el ámbito nacional, el Banco de México también enfrenta desafíos relacionados con la inflación. La primera mitad de 2023 mostró una clara tendencia a la baja, con la inflación anual descendiendo de 7.91% en enero a 4.79% en julio. Este descenso se atribuye a varios factores, incluida la desaceleración de la inflación subyacente de mercancías y la caída de precios en el componente no subyacente.
Sin embargo, hacia finales de 2023 y la primera quincena de enero de 2024, se observaron presiones al alza nuevamente, especialmente en el componente no subyacente. Riesgos como el déficit presupuestario, aumentos al salario mínimo y posibles depreciaciones del peso debido a procesos electorales en Estados Unidos y México podrían influir en la inflación.
La proyección del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) al cierre de 2024 se sitúa en 4.39% en un escenario central, pero existe un escenario pesimista donde la inflación podría superar el 5.0%. Ante este panorama, el Banco de México se enfrenta a la tarea de equilibrar la necesidad de mantener la estabilidad económica y, al mismo tiempo, reaccionar ante las presiones inflacionarias.
La incertidumbre económica global, los riesgos externos y los factores internos ponen de manifiesto la importancia de una política monetaria cuidadosamente calibrada. Las especulaciones sobre el momento del primer recorte de tasas persisten desde el anuncio de política monetaria del 9 de noviembre de 2023, cuando el Banco de México modificó su guía prospectiva. Aunque se esperaba que el primer recorte podría ser a finales del primer trimestre de 2024, la situación internacional y la evolución de la inflación podrían cambiar este escenario.