CIUDAD DE MÉXICO, 16 ene (Reuters) - Una cueva inundada ubicada al sureste de México sería la más grandes del mundo tras descubrirse una conexión entre dos sistemas cavernosos sumergidos en la zona, dijo un equipo de exploración, un hallazgo que se espera arroje nuevas luces acerca de la civilización maya.
El Sistema Sac Actun, localizado al noreste de la turística ciudad de Tulum, ahora suma 347 kilómetros de cuevas subacuáticas tras absorber al Sistema Dos Ojos, que ocupaba el cuarto lugar en tamaño y cuyo nombre desaparecerá por la fusión, según las normas de espeleología.
"El equipo logró -después de una intensa temporada de trabajo de 10 meses- la conexión de dos de los sistemas de cuevas inundadas más grandes del mundo", dijo un comunicado del proyecto Gran Acuífero Maya (GAM).
El director del proyecto GAM e investigador del Instituto Nacional de Antropología e Historia de México, Guillermo de Anda, calificó al hallazgo de "asombroso" y espera que ayude a entender el desarrollo de la vida en la península de Yucatán.
"Nos da una enorme y maravillosa perspectiva para entender los patrones de asentamiento antiguo, cómo pudieron desarrollarse", dijo el arqueólogo subacuático. "Nos hace entender de manera mucho más clara cómo se van dando también los (...) los grandes asentamientos prehispánicos que conocemos", agregó de Anda.
La península de Yucatán está llena de reliquias monumentales de los mayas, cuyas ciudades se basaron en una extensa red de pozos vinculados a aguas subterráneas conocidas como cenotes.
Algunos cenotes adquirieron un significado religioso particular para los mayas, cuyos descendientes continúan habitando la región.
El director de exploración del proyecto GAM, Robert Schmittner, comenzó a bucear a través de cientos de kilómetros de cuevas sumergidas en la región hace dos décadas, y junto a un equipo de buzos de cuevas ha dedicado los últimos 14 años al Sistema Sac Actun, según el sitio de internet del proyecto. (Reporte de Rodolfo Peñaroja, con reporte adicional de Dave Graham. Escrito por Stefanie Eschenbacher y Sharay Angulo. Editado por Carlos Aliaga)