Por Hugh Bronstein
BUENOS AIRES, 20 nov (Reuters) - Argentina prometió el martes perseguir a anarquistas y manifestantes anticapitalistas que intenten interrumpir la reunión del G-20 que se realizará la semana próxima en Buenos Aires, afirmando que trabaja con gobiernos extranjeros para identificar y bloquear la entrada de potenciales agitadores.
El Gobierno argentino, que enfrenta protestas casi diarias y a veces violentas por su impopular programa de austeridad, no quiere que se repita el caos que ensombreció la cumbre de líderes de países industrializados y en desarrollo que se realizó el año pasado en Hamburgo, Alemania, cuando manifestantes incendiaron autos y bloquearon calles y puentes.
La cumbre del G-20 se realizará este año en la capital argentina del 30 de noviembre al 1 de diciembre. Grupos locales de izquierda planean marchas contra la reunión y han invitado a activistas de todo el mundo a unirse. Pero ni los grupos ni el gobierno dicen que tolerarán la violencia.
"No vamos a permitir acciones violentas y aquellos que quieran pasar la raya van a tener que atenerse a las consecuencias penales de esas conductas", dijo a la prensa la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich.
El evento estará protegido por 22.000 policías y 700 agentes del Ministerio de Seguridad. Bullrich agregó que el gobierno ha contactado a varios servicios de seguridad extranjeros, incluidos los de Estados Unidos, Gran Bretaña, Brasil, Italia y España, entre otros, y que las personas que enfrentan cargos no podrán ingresar al país.
Fuentes familiarizadas con las evaluaciones del Gobierno de Estados Unidos dijeron que Washington no estaba al tanto de ninguna amenaza seria de ataques o interrupciones de la reunión del G-20. Dijeron que la relativa lejanía de Argentina podría disuadir a algunos manifestantes de viajar hasta allí.
Al preguntarle si algún miembro de grupos internacionales con ideologías de tendencia violenta había intentado ingresar a Argentina, Hernán Lombardi, coordinador técnico de la reunión, dijo: "Hasta ahora no ha habido señales de eso".
Generalmente, diciembre es un mes en que las protestas por problemas económicos se agravan en el país sudamericano, lo que podría ser un factor adicional para la seguridad.
Las autoridades cerrarán un área de 12 kilómetros cuadrados alrededor del centro de convenciones "Costa Salguero", a orillas del río, donde se realizará la cumbre.
Gran parte de la ciudad y su sistema de transporte serán vedados y el tráfico en el Río de la Plata, la principal vía de carga de Argentina, será suspendido. (Reporte de Hugh Bronstein, con la colaboración de Mark Hosenball en Washington; Traducido por Walter Bianchi; Editado por Ricardo Figueroa)