El yen japonés continuó hoy su descenso gradual frente al dólar, en medio de un entorno comercial tranquilo debido a un día festivo en Japón. La caída del yen refleja la ambivalencia del mercado ante la posibilidad de que la Reserva Federal recorte los tipos de interés el mes que viene.
Este sentimiento de cautela se produce tras una semana volátil, en la que se produjeron ventas generalizadas en los mercados de divisas y de valores, provocadas por la inquietud en torno a la economía estadounidense y la indicación por parte del Banco de Japón de una política monetaria menos acomodaticia.
A pesar de un final de semana más tranquilo, impulsado por los sólidos datos de empleo estadounidenses del jueves, que atenuaron las expectativas de recortes de tipos de la Fed, los inversores siguen sin estar plenamente convencidos de que la Fed pueda retrasar las medidas de relajación. El mercado está valorando un total de 100 puntos básicos de recortes de tipos para finales de año, según indica la herramienta FedWatch del CME Group, un sentimiento que suele asociarse a las previsiones de recesión.
Hay gran expectación ante los próximos indicadores económicos, ya que el martes y el miércoles se publicarán los precios al productor y al consumo, respectivamente. Estas cifras son fundamentales, ya que los mercados también están pendientes de la reunión de los bancos centrales mundiales en Jackson Hole la semana que viene y de los resultados de Nvidia a finales de mes, que podrían influir aún más en el ánimo de los inversores.
Según un estratega de divisas del OCBC Bank de Singapur, la dinámica actual del mercado se debe a que los inversores están ajustando posiciones a la espera de los datos de inflación de Estados Unidos. Los analistas de Mizuho también han aconsejado prestar atención a los próximos datos de empleo e inflación antes de la reunión de septiembre de la Reserva Federal, describiendo la situación actual como "finamente equilibrada".
En cuanto a las divisas, el dólar subió a 147,15 yenes, lo que supone una subida del 0,4%. El euro cotizaba a 1,0920 dólares, mientras que el índice dólar se mantenía estable en 103,18. El dólar australiano registró una ligera subida hasta los 0,6584 $, y el dólar neozelandés cotizaba a 0,6015 $, justo por debajo del máximo de tres semanas alcanzado la semana pasada.
Se espera que el Banco de la Reserva de Nueva Zelanda mantenga el tipo de interés oficial en el 5,50% en su revisión del miércoles.
Las fluctuaciones del mercado de la semana pasada incluyeron una importante liquidación de las operaciones de carry trade en yenes, que habían sido una estrategia muy popular entre los inversores. Esta reversión se produjo tras la intervención de Japón, la subida de tipos del Banco de Japón y el consiguiente cambio de sentido de las operaciones de carry trade financiadas con yenes, lo que provocó una caída de 20 yenes en el par dólar-yen entre el 3 de julio y el 5 de agosto.
Los últimos datos de la Comisión de Comercio de Futuros de Materias Primas de EE.UU. y de LSEG revelaron que los fondos apalancados han reducido sus posiciones cortas netas en el yen al tamaño más pequeño desde febrero de 2023. El yen había alcanzado su punto más fuerte desde el 2 de enero en 141,675 por dólar el pasado lunes, pero se ha debilitado un 4% frente al dólar este año.
Los analistas de J.P. Morgan han actualizado su previsión del yen a 144 por dólar para el segundo trimestre del año que viene, lo que sugiere un periodo de consolidación para la divisa en los próximos meses. También expresaron una visión positiva sobre las perspectivas del dólar a medio plazo.
La volatilidad del yen, medida por las opciones, ha disminuido considerablemente. Tras alcanzar un máximo del 31% el 6 de agosto, los índices de volatilidad a un día se han estabilizado en torno al 5%.
Reuters ha contribuido a este artículo.Este artículo fue traducido con la ayuda de inteligencia artificial. Para obtener más información, consulte nuestros Términos de Uso.