28 oct (Sentido Común) - La tasa de inflación superó por primera vez en año y medio la meta de 3% de Banco de México durante la primera quincena de este mes, hecho que no de no controlarse podría lastimar a quienes tienen invertidos sus ahorros en bonos. A menos, claro, que hayan comprado udibonos, o los bonos del gobierno cuyo precio, y por lo tanto su rendimiento, evoluciona al unísono que el Índice Nacional de Precios al Consumidor. Gracias a esa característica, los dueños de esos bonos, que también en ocasiones se conocen como bonos ajustables por la inflación, gozan de protección contra la inflación y es una de las razones por lo que la semana antepasada la demanda de esos instrumentos a tres años superó en 3.29 veces el monto ofrecido por el gobierno en su subasta gubernamental de títulos financieros, la solicitud más alta "desde que iniciamos nuestros registros en 2015", dijo en una nota Luis Valdez, investigador de economía y análisis de mercado de CitiBanamex. "La dinámica de inflación pudiera proveer de un escenario adecuado para posiciones largas en udibonos de mediano plazo", escribió Alejandro Padilla, director de estrategia de renta fija y tipo de cambio con el banco Banorte (MX:GFNORTEO) Ixe. "Los udibonos serán una buena oportunidad de trading para el cuarto trimestre del año, pero no serán tan atractivos para una estrategia direccional de largo plazo". El consejo de Padilla suena acertado ante las expectativas que tienen algunos economistas, e incluso las autoridades monetarias, de que en los próximos meses la inflación se aceleré incluso por arriba del nivel de 3.1% que alcanzó al cierre de la primera quincena de septiembre. Marcelo Carvalho, economista de BNP Paribas (PA:BNPP), advirtió hace unos días que el alza de los precios continuará a lo largo del próximo año, por lo que él estima que la inflación cerrará en 4% al cierre de 2017, o un nivel no visto desde diciembre de 2014. "Hay evidencia de que la acelerada depreciación del peso mexicano se está convirtiendo en un impulso para la inflación de mercancías", escribió Carvalho, en un reporte. Ante esa predicción, es hasta cierto punto comprensible el renovado apetito que muestran los inversionistas en los udibonos, un instrumento que tiene plazos de vencimiento, al momento de su subasta, de tres, 10 y 30 años. Esto porque con su adquisición el inversionista no estará en riesgo de ver decrecer su inversión ante la posible pérdida de valor que pudiera generar un alza de precios. En la subasta de la semana pasada, el udibono a tres años ofreció un rendimiento por arriba de la inflación de 2.22%, o una caída de 0.02 puntos porcentuales con respecto al nivel observado en la subasta previa del 20 de septiembre. El descenso se explica por el mayor atractivo de ese instrumento, que había perdido atractivo cuando la inflación mostró una tendencia decreciente y que provocó que su rendimiento subiera a 2.24% en septiembre de un nivel de 1.91% en julio. Claro que la adquisición de udibonos no es una apuesta segura. En la última encuesta de Banamex, los analistas mantuvieron sin cambio su pronóstico de cierre de la inflación para 2016 y 2017 en 3.2 y 3.4%, respectivamente. Ese pronóstico indica que no todos están previendo mayores alzas de precios, o bien que si existen presiones inflacionarias hoy por la caída que ha registrado el peso y que encarece los bienes importados, estas podrían desinflarse a lo largo del tiempo. De hecho en las últimas semanas, el tipo de cambio ha logrado recuperar cerca de la mitad del terreno que había perdido en el año hasta finales de septiembre, gracias a que la expectativa de una victoria electoral del candidato republicano a la presidencia de Estados Unidos, Donald J. Trump, ha caído. Dado que Trump se opone al libre comercio entre Estados Unidos y México, al menos en los términos actuales, y dado que ha criticado a los trabajadores mexicanos en ese país, muchos consideran que su victoria electoral podría ser muy dañina a la economía mexicana. De ahí que cada vez que Trump avanza en las encuestas de las preferencias electorales de los votantes estadounidenses, el peso caiga y viceversa. El peso llegó así a perder cerca de 13.4% de su valor a finales de septiembre, aunque ahora, ante la creciente expectativa de que Trump pierda, registra un menor descenso de 7.3%. Para los analistas la debilidad del peso y su posible repercusión en la formación de precios en México, ya que encarece las partes y componentes importadas, ha provocado que las autoridades del Banco de México hayan elevado en tres ocasiones su tasa de referencia en un total de 1.5 puntos porcentuales, para dejarla en su nivel más alto de 4.75%. El alza da un respiro a los inversionistas que temen que la inflación reduzca sus ganancias y ha abierto las puertas para una mayor demanda por aquellos títulos que garantizan un rendimiento por arriba de la inflación, o una tasa real. Esto ha provocado que sea un "buen momento para invertir en estos [instrumentos, los udibonos], en especial, en los de corto plazo", dijo Salvador Orozco, estratega de mercado de dinero de Santander (MC:SAN).
(Redacción Sentido Común)