HSBC Global Research ha ajustado su posición en el par de divisas EUR-AUD, estableciendo un objetivo más bajo y niveles de stop-loss para su idea de operación de venta.
Por otra parte, la empresa revisó su objetivo a la baja hasta 1,5690 desde su posición inicial abierta el 20 de septiembre en 1,6400. El stop-loss también se ajustó a 1,6150.
La decisión es consecuencia de una serie de datos negativos procedentes de la zona euro, que han persistido desde que se inició la operación. Las expectativas del mercado apuntan actualmente a un recorte de tipos de 25 puntos básicos por parte del Banco Central Europeo (BCE) en octubre.
Sin embargo, nuevas señales pesimistas en línea con los comentarios de la presidenta del BCE, Lagarde, el 30 de septiembre, podrían desencadenar ajustes adicionales en el mercado. Se especula con que los recortes podrían alcanzar los 50 puntos básicos si se mantiene la tendencia actual.
Las preocupaciones fiscales de la Eurozona añaden presión al euro, como demuestra el amplio diferencial sostenido entre la OAT (deuda pública francesa) a 10 años y los rendimientos del Bund alemán. Estos factores contribuyen a las perspectivas bajistas del euro frente al dólar australiano.
Por el contrario, se espera que el Banco de la Reserva de Australia (RBA) mantenga su política actual, mientras que otros bancos centrales están relajando la suya.
Los economistas del HSBC también prevén nuevas medidas de estímulo por parte de China, lo que probablemente beneficie al dólar australiano. El análisis de HSBC sugiere que, con una relación de intercambio más favorable al dólar australiano, la divisa se comportará mejor que el euro.
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