CARACAS, 10 abr (Reuters) - Venezuela redujo el viernes la cantidad de divisas a precio preferencial que se pueden comprar para viajar fuera del país, en un intento por ahorrar parte de sus disminuidos ingresos en dólares tras la caída de los precios del petróleo.
En el marco del férreo control de cambio vigente en Venezuela desde 2003, los venezolanos pueden comprar dólares a un precio menor al del mercado para hacer consumos con tarjetas de crédito en el exterior o compras por internet, pero con un cupo anual establecido por el Estado.
Los venezolanos dispondrán ahora de un máximo de 2.000 dólares para viajar a destinos en Europa, Oceanía, África o Asia, frente al máximo anterior de 3.000 dólares.
Los montos varían según el destino. Por ejemplo, el Gobierno sólo venderá 700 dólares oficiales a quienes viajen a México por más de siete días, lo que se compara con los 2.500 dólares que permitía hasta ahora. Quienes viajen a Colombia por tres días podrán consumir hasta 300 dólares con una tasa 16 veces menor a la de libre flotación.
La norma, publicada en la Gaceta Oficial, establece además que sólo los bancos del Estado podrán tramitar los "cupos viajeros", dejando fuera a los clientes de la banca privada, la mayor parte del sistema financiero.
Usuarios en redes sociales calificaron las medidas como un "viernes negro", en alusión a una brusca devaluación del bolívar en la década de 1980.
Venezuela vende sus divisas a tres precios: para la compra de alimentos y medicinas a 6,3 bolívares por dólar, para viajes y otras importaciones prioritarias a 12 bolívares, y para todo lo demás hay un sistema de libre flotación donde el cambio ronda los 193 bolívares.
El país petrolero comenzó a reducir los montos anuales destinados a viajes desde el año pasado, cuando la brecha entre el dólar oficial y el dólar paralelo empezó a ampliarse haciendo atractivo el "turismo cambiario" para los venezolanos, que hacen compras ficticias en el extranjero con el fin de obtener los dólares en efectivo para revenderlos.
El dólar paralelo se cotizaba el viernes en 256 bolívares.
El gobierno socialista, que debe pagar un 25 por ciento de su deuda externa en los próximos tres años, ha visto reducir 60 por ciento sus ingresos en divisas por la caída del precio del crudo, y por ello también ha restringido la venta de dólares para importaciones prioritarias, incluso de alimentos.
Con las restricciones que se aplicaron el año pasado, el gobierno vendió 3.800 millones de dólares baratos para viajes al extranjero, un 25 por ciento menos que el año anterior.
El Gobierno también limitó las compras por internet, permitiendo a los venezolanos gastar 100 dólares cada cuatro meses, es decir 300 dólares al año. (Reporte de Corina Pons. Editado por Javier López de Lérida)