Por Julio Sánchez Onofre
Investing.com - El peso mexicano sin duda es uno de los instrumentos que más han acaparado los reflectores en la primera mitad del 2023. Su notable desempeño frente al dólar lo han llevado a acumular una ganancia de casi 12% en lo que va del año, de acuerdo con los datos en tiempo real de Investing.com. Con esto, la divisa nacional ha mostrado una apreciación a un ritmo histórico e incluso el tipo de cambio ha tocado niveles no vistos desde 2015.
Si ampliamos el panorama de análisis al 2022, cuando el dólar llegó a cotizar por encima de los 21.00 pesos, la apreciación es superior al 16%.
Y es que la tormenta perfecta parece haberse logrado: un amplio diferencial en las tasas de interés entre México y Estados Unidos, el debilitamiento del dólar, el optimismo sobre la economía mexicana gracias al nearshoring y la solidez en la salud fiscal del país han contribuido en gran medida a que la divisa nacional se sostenga con fortaleza en un entorno macroeconómico global de altas tasas, de incertidumbre y de turbulencias geopolíticas y financieras.
Sin embargo, ¿esto es suficiente para darle solidez al comportamiento del “Súper Peso”? Desde Bank of America (NYSE:BAC) no lo creen así.
“Encontramos que el peso mexicano está sobrevaluado en casi un 20% en relación con lo que dictarían nuestros factores globales, pero la mayor parte de este desempeño superior se explica por el diferencial de la tasa de interés”, aseguró Christian Gonzalez Rojas, estratega del banco de inversiones.
El experto de Bank of America analizó el desempeño de la divisa nacional con una metodología que contempla las dinámicas globales que influyen en los valores financieros, incluyendo el crecimiento global, las condiciones financieras globales, el suministro de materias primas, las condiciones crediticias y el crecimiento de las economías emergentes.
“Nuestro modelo de factores globales no tiene en cuenta los factores domésticos. Sin embargo, factores idiosincrásicos como la tasa de política interna o la productividad podrían desempeñar un papel importante en el desempeño del peso mexicano. Es importante destacar que la dinámica de la sobrevaluación del peso mexicano en relación con factores globales muestra una correlación muy fuerte con la tasa de política monetaria de México”, explicó.
Así, el analista refiere que la notable apreciación del peso mexicano obedece al carry trade que se ha observado para la divisa nacional derivado de la política monetaria.
“La mayor parte de la sobrevaluación del peso mexicano en relación con los factores globales desaparece una vez que controlamos el diferencial de la tasa de interés”, añadió.
¡ÚLTIMA LLAMADA! 30 días gratis de InvestingPro en este enlace con el código “LUISMINEGOCIOS” ¡Pruébalo YA!
¿Bonanza seguirá para el Súper Peso?
Actualmente, el diferencial de tasas entre México y Estados Unidos se mantiene en 600 puntos base (pb), luego de que la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) mantuviera sus tasas en el rango máximo de 5.25%, de igual manera que el Banco de México (Banxico), en 11.25%. Sin embargo, este panorama podría cambiar si la Fed opta por continuar con su política monetaria agresiva y Banxico decide recortar sus tasas incluso a finales de este año.
“Esperamos que el diferencial se reduzca en los próximos meses, ya que es muy probable que la Fed continúe subiendo mientras que Banxico tiene una barra alta para subir. Si nuestras previsiones resultan correctas, entonces el diferencial entre Banxico y la Fed se reducirá desde los 600 pb actuales a 4750 pb a finales de 2024”, sostuvo el experto.
Agregó que si bien el peso mexicano podría mantenerse fuerte en el corto plazo, gracias a la resiliencia de Estados Unidos, desde Bank of America observan que el peso mexicano está expuesto al riesgo de una caída precisamente por su motor en el carry.
Y anotó una serie de vulnerabilidades para la divisa mexicana, incluyendo una recesión estadounidense más profunda de lo esperado, que puede ejercer presión sobre las remesas y la cuenta corriente, desencadenando operaciones de carry trade que derive en una significativa venta de pesos mexicanos, ocasionando su depreciación. Además está el factor de la incertidumbre dada la coincidencia de los periodos electorales en México y Estados Unidos.