Por Devika Krishna Kumar y Marianna Parraga
NUEVA YORK/HOUSTON (Reuters) - Los refinadores de la costa del Golfo de Estados Unidos están sacando provecho del sólido crecimiento de la demanda de combustibles de México, con un envío de volúmenes récord a su vecino del sur, que no ha logrado ampliar su red de refinación para abastecer a una economía en expansión.
El despacho de productos refinados podría superar el millón de barriles por día (bpd) en algún punto de 2017 mientras México se hace cada vez más dependiente de la energía producida en Estados Unidos, alentando un negocio que supera los 15.000 millones de dólares anuales para empresas como Valero, Marathon Petroleum y Citgo Petroleum.
El auge de la importación de combustibles por parte de México ha llevado a que el comercio de energéticos entre ambos países cambie rápidamente de sentido.
México, un prominente productor de crudo, se convertirá este año en importador neto de petróleo de Estados Unidos, debido a que los envíos de combustibles hacia el sur superarán a los cargamentos de hidrocarburos que van rumbo al norte, según la estadounidense Administración de Información de Energía (EIA, por su sigla en inglés).
Hace sólo 10 años, las importaciones netas de petróleo hechas por Estados Unidos desde México alcanzaban los 1,45 millones de bpd.
Los márgenes de ganancias provenientes de estas exportaciones son altos para las refinerías estadounidenses de la costa del Golfo, dijo una fuente de una firma del sector involucrada en el comercio.
"Se están obteniendo muy buenos valores del suministro desde la costa del Golfo", afirmó. "El transporte también ha sido económico - así que no cuesta tanto mover los barriles", agregó.
México ha representado un punto positivo en un año mayormente negativo para la industria estadounidense de la refinación, cuyas utilidades tocaron un mínimo en cinco años en el 2016.
"El apetito de México por la gasolina y los destilados de Estados Unidos ha jugado un rol significativo para sostener los márgenes de refinación en la costa del Golfo", dijo Sandy Fielden, director de investigación de petróleo y productos en Morningstar.
Las exportaciones también ayudaron a drenar la acumulación de inventarios en el mercado estadounidense, dijo el analista de Barclays (LON:BARC) Paul Cheng. Eso impulsó los márgenes de toda la industria, incluso los de las refinerías que no están involucradas directamente en este comercio, agregó.
Además de la petrolera estatal Pemex, entre los principales exportadores de gasolina y destilados de Estados Unidos a México en lo que va de 2016 figuran Citgo Petroleum, Exxon Mobil (NYSE:XOM) y Marathon Petroleum, según datos parciales basados en cifras de envíos de Thomson Reuters.
Los datos muestran que Citgo, propiedad de la estatal venezolana PDVSA, ha exportado cerca de 57.000 bpd de combustibles a México, mientras que Marathon ha enviado unos 43.000 bpd. El año pasado, Valero Energy fue el mayor proveedor con casi 62.000 bpd.
Basándose en un precio referencial de la gasolina en Estados Unidos de más de 65 dólares por barril, el volumen exportado por Citgo representa cerca de 1.400 millones de dólares y el de Marathon unos 1.000 millones de dólares.
MAYOR CONSUMO
La brecha entre la oferta y la demanda de refinados en México se ha visto exacerbada por el recorte que el Gobierno realizó al presupuesto del gigante Petróleos Mexicanos (Pemex).
La compañía enfrenta nuevos recortes por unos 5.360 millones de dólares en el 2017, lo que se espera limitará su capacidad de producción de combustibles. Las refinerías en México han operado a cerca de un 60 por ciento de su capacidad de 1,576 millones de bpd en meses recientes, según datos de la compañía. Eso obliga a Pemex a elevar las importaciones para atender el consumo.
La demanda de combustibles de México alcanza cerca de 2,04 millones de bpd y el Gobierno espera que crezca a una tasa anual de entre un 2 y 3 por ciento en los próximos años.
El país es el cuarto consumidor de gasolina del mundo. Las ventas de automóviles hasta septiembre crecieron un 18 por ciento interanual a un récord de 1,12 millones de unidades, lo que apunta a una expansión sólida de la demanda.
"Nosotros seguimos viendo una muy buena demanda de gasolina en México y Sudamérica (...) Vemos un buen crecimiento en la región", dijo Gary Simmons, ejecutivo de alto rango de Valero, en una conferencia telefónica.
En septiembre, la importación de combustible estadounidense desde México alcanzó un récord de 960.000 bpd, según la EIA. El promedio del año a la fecha es de unos 820.000 bpd.
El Gobierno de México abrió la industria petrolera al capital privado en el 2013 para revertir una prolongada caída de la producción, la refinación y las reservas.
Pemex aún se encarga de la mayor parte de la compra de refinados del país, pero se espera que las importaciones hechas por firmas privadas crezcan en el 2017 tras la liberalización del mercado doméstico de combustibles y la expansión de la infraestructura transfronteriza.
"Esperamos que las importaciones desde Estados Unidos crecerán a un promedio de 900.000 barriles por día en 2017 (...) Podrían superar el millón de bpd por momentos en 2017 si las compras de privados se vuelven más significativas tras la liberalización de precios", dijo Robert Campbell, jefe de investigación de productos refinados de Energy Aspects.
(Reporte adicional de Ana Isabel Martínez en Ciudad de México. Editado en Español por Ricardo Figueroa y Carlos Aliaga)