Por David Pichodo
Investing.com - Tras la reunión del BCE de ayer, los inversores ya han trasladado el foco de atención al otro lado del Atlántico, donde hoy se publicará el dato preliminar de PIB para el segundo trimestre del año. El consenso prevé una desaceleración neta del crecimiento al 1,8%, frente al 3,1% del primer trimestre. Se trataría, de confirmarse estas cifras, del peor registro en este indicador desde el tercer trimestre de 2016.
De todos modos, aunque es un dato importante, calcular el resultado final partiendo de las estimaciones que se darán hoy es tarea complicada si pensamos que cada trimestre contamos con datos incompletos. Pese a ello, al tratarse de uno de los últimos datos de peso que tendrá la FED sobre la mesa para tomar su decisión de la próxima semana, la cosa cobra mayor relevancia.
En positivo, podemos avanzar la última lectura de los pedidos de bienes duraderos, que se publicaron ayer y dejaron ver una cifra superior a lo esperado, un dato que siempre beneficia al dato de PIB.
En cuanto al impacto que puede tener hoy este dato en los mercados, una decepción del mismo podría provocar una reacción positiva por parte de la renta variable, que esperara todavía con más ganas a cambios en la política monetaria de la Reserva Federal, aunque también es verdad que los ánimos se han relajado ligeramente tras la falta de acción por parte del Banco Central Europeo en su reunión de ayer.
La gran mayoría esperamos ya de hecho a que el organismo norteamericano pueda rebajar los tipos de interés en 25 puntos básicos el próximo miércoles. La pregunta ahora es si se tratará de una rebaja aislada, o del comienzo de un nuevo ciclo de relajación monetaria. Quizás el dato de hoy arroje algo de luz a las dudas que todos albergamos.