Por Tom Hals
24 jul (Reuters) - El gobierno estadounidense informará el martes a un juez federal sobre sus esfuerzos para cumplir el plazo del jueves para reunir a unos 2.500 niños inmigrantes con sus padres, que fueron separados por funcionarios al cruzar la frontera entre Estados Unidos y México.
Hasta el lunes, al menos 879 padres habían sido reunidos, aunque 463 podrían haber sido deportados sin sus hijos, lo que volvía incierto cuándo esos inmigrantes volverían a estar con sus niños, según una presentación conjunta para una corte realizada por el Gobierno y la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, por su sigla en inglés). Gobierno del presidente Donald Trump ordenó la separación de familias en mayo como parte de una política de "tolerancia cero" que buscaba desalentar la inmigración ilegal.
Trump puso fin a esa práctica a fines de junio después de que imágenes de video de niños sentados en jaulas y audios de sus lamentos desataron la indignación internacional.
El juez de distrito estadounidense Dana Sabraw, de San Diego, ordenó el mes pasado que el Gobierno reuniera a los niños con sus padres para el jueves, en el marco de una demanda presentada por ACLU.
El juez podría usar la audiencia del martes para considerar un pedido de ACLU de que los padres que enfrentan órdenes finales de traslado no sean deportados por al menos una semana después de reunirse con sus hijos.
El grupo de derechos humanos dijo que ese tiempo era necesario para que los padres consideraran opciones legales para sus hijos, quienes podrían estar mejor quedándose en Estados Unidos para buscar asilo. La mayoría de los inmigrantes huyeron de la violencia en Guatemala, Honduras y El Salvador.
El proceso de reunificación se ha visto afectado por una serie de desórdenes de las agencias del Gobierno, dificultades para rastrear a los adultos y a los niños en detención y la falta de comunicación con abogados de los inmigrantes.
El Gobierno reunió con sus padres a niños menores de 5 años a principios de este mes, aunque no cumplió con un plazo impuesto por la corte para hacerlo, de lo cual culpó en parte a procedimientos como chequeos de antecedentes parentales para asegurar la seguridad de los niños.
Sabraw ha criticado a la administración por medidas de seguridad innecesarias que nunca se hubieran aplicado si las familias no hubieran sido separadas por el Gobierno.
En la última semana, el juez dijo que se ha visto alentado por señales de que el Gobierno estaba poniendo más énfasis en cumplir con la fecha dada para la reunificación. (Reporte de Tom Hals en Wilmington, Delaware; Editado en español por Lucila Sigal)