por Francisco Delgado Castillo
(Actualiza con detalles a lo largo de la historia)
Infosel, diciembre. 23.- Boeing (NYSE:BA), el gran fabricante de aviones estadounidense, decidió cambiar de director general con la intención de restaurar la confianza que perdió luego que dos aviones 737 MAX se estrellaran y obligaran a todas las aerolíneas a dejar en tierra esas aeronaves y parar la producción de ese modelo.
Dennis A. Muilenburg dejó el escritorio de principal ejecutivo de Boeing en su quinto año a David L. Calhoun, hasta ahora presidente no ejecutivo del consejo de administración, dijo la compañía de Seattle en un comunicado.
Como Calhoun asumirá la dirección general a partir del 13 de enero, el director financiero, Greg Smith, ocupará el cargo de manera interina los próximos 20 días hasta que asuma el ex ejecutivo de empresas como el fondo Blackstone (NYSE:BX) Group o la firma de mercadotecnia Nielsen Holdings.
"El consejo de administración decidió que era necesario un cambio de liderazgo para restaurar la confianza en el avance de la compañía a medida que trabaja para reparar las relaciones con los reguladores, los clientes y todos los demás interesados", escribió en el comunicado el constructor de aviones.
El cambio de liderazgo en Boeing no es otra cosa sino los intentos de la empresa por recuperar terreno perdido en la odisea que produjeron los accidentes mortales de Etiopía e Indonesia, que en conjunto contabilizaron 346 fallecidos, los cuales tuvieron en común el modelo 737 MAX.
El fallo, localizado en el mecanismo de operación del estabilizador, llevó a todas las aerolíneas que operaban ya este tipo de aeronave de modelo reciente a dejarlas en tierra en tanto existan los elementos suficientes para que autoridades, en específico la Federal Aviation Administration (FAA), den su visto bueno a una solución fiable.
Las primeras estimaciones de Boeing marcaban que los 737 MAX volverían a surcar los aires este mismo año, no obstante, retrasó la expectativa a la primera quincena de enero de 2020. La tardanza en las entregas incluso ya obligaron a Boeing a decidir suspender la producción desde enero.
Claro que los problemas que atraviesa la empresa estadounidense refuerzan al constructor europeo Airbus (PA:AIR), que tienen en su gama de aviones al A320 NEO que es equivalente del 737 MAX.
Boeing reconoce que uno de los problemas que tiene la empresa es la comunicación con FAA y sus equivalentes de otros países, además de sus propios clientes, ya que a la fecha sigue sin existir un panorama claro en cuanto a cuándo regresará el avión de pasillo único a los cielos.
Esta incertidumbre afecta a compañías como AeroMéxico, la aerolínea bandera del país, que ya operaba aviones 737 MAX y estaba a la espera de más unidades.
AeroMéxico tendría que tener 13 unidades ya en operación al menos hasta noviembre, por lo que los problemas de Boeing han contribuido a que la mexicana enfrente en 2019 una caída en tráfico no registrada en al menos una década.
Boeing incluso ya recibió una baja en su calificación crediticia por parte de las calificadores Moody's (NYSE:MCO) Investors Service y Standard & Poor's (S&P) Financial Services.
Moody's rebajó la calificación de la deuda de la empresa de A2 a A3, del tercer al cuarto lugar en grado de inversión; mientras que S&P la redujo de A a A-, del sexto al séptimo nivel de grado de inversión, de acuerdo con sus respectivos comunicados.
"La baja sigue a la extensión de la puesta a tierra del 737 MAX en 2020, el plan anunciado para cerrar este importante programa durante algún período intermedio, y la incertidumbre y el riesgo elevado, tanto financiero como operativo, para Boeing y su oferta más amplia de cadena de suministro para el siguiente período", dijo en su análisis, Jonathan Root, de Moody's.
De momento pareciera que los inversionistas recibieron con buenas expectativas el cambio en el timón de la empresa, que tiene su sede en Seattle, ya que las acciones subían 2.6% a media jornada, precedida por una caída de más de 20% desde marzo.
Boeing apostó por Calhoun con la intención de asumirse como una compañía más transparente a partir de una comunicación más efectiva con los reguladores y sus clientes.
"En nombre de toda la junta directiva, me complace que Dave haya aceptado liderar a Boeing en esta coyuntura crítica", dijo Lawrence W. Kellner, quien se convirtió en el presidente no ejecutivo de la junta que reemplazará a Calhoun. "Dave tiene una profunda experiencia en la industria y un historial comprobado de liderazgo fuerte, y reconoce los desafíos que debemos enfrentar. El consejo y yo esperamos trabajar con él y el resto del equipo de Boeing para asegurar que hoy se marque un nuevo camino a seguir para nuestra empresa".
