por Mariana Rodríguez Quintana
Infosel, junio. 13.- La casa de moda Carolina Herrera, perteneciente a la compañía española Puig, especializada en los sectores de perfumería y moda, enfrenta una polémica con el gobierno de México, que la acusa de plagiar patrones y diseños indígenas en su nueva colección de ropa.
Para el gobierno mexicano, la firma cometió apropiación cultural --uso o aprovechamiento de elementos culturales e identitarios por parte de miembros de otra cultura-- indebida al utilizar diseños personales o específicos de ciertas comunidades mexicanas en su colección Resort 2020, a cargo del director creativo Wes Gordon, lo que violó el derecho colectivo de protección cultural de estos pueblos, por lo que pidió a la marca una justificación al respecto.
"Queremos primero escuchar si hubo alguna intervención, alguna participación de las comunidades, aceptación, colaboración, si fueron parte del desarrollo de esta colección y si son beneficiadas con esta colección", dijo Alejandra Frausto Guerrero, secretaria de Cultura, en un video entrevista con la agencia de noticias Efe.
Entre los diseños tradicionales mexicanos que la firma incorporó a su colección se encuentran el sarape, flores bordadas, volantes y la flor de cempasúchil.
En respuesta, Gordon sostuvo que la incorporación de elementos de las comunidades indígenas mexicana es "un "homenaje" a la riqueza cultural del país.
"La presencia de México es indiscutible en esta colección, es algo que salta a la vista y que en todo momento quise dejar latente como una muestra de mi amor por este país y por el trabajo tan increíble que he visto hacer allí", dijo el diseñador en un comunicado retomado por varios medios.
Carolina Herrera no es la primera empresa que enfrenta señalamientos de plagio de diseños indígenas, compañías como Nestlé, Intropia, Isabel Marant, Antik Batik, Mango o Michael Kors han enfrentado avisos similares.
En mayo la Secretaría de Cultura en colaboración con representantes de pueblos indígenas y actores relacionados, acordaron presentar una iniciativa de ley al Senado de la República que dará el reconocimiento a los pueblos y comunidades indígenas como titulares del derecho que genere el uso y aprovechamiento de sus elementos culturales e identitarios.