Por Carjuan Cruz
Investing.com - Las apuestas por una tercera alza de 75 puntos base en la tasa de interés subieron a 86% en las transacciones de futuros de fondos federales, lo que indica que los operadores prevén que vendrá otro gigante ajuste de este tipo, lo que eleva así la probabilidad de que los intereses alcancen el 4% para finales de año.
Sin embargo, el mercado intenta subir, con los principales índices bursátiles en verde registrando compras, y los volúmenes bajos de apertura suben levemente. El Dow Jones gana 171 puntos o 0.55%, el S&P 500 sube 18 puntos o 0.47% y el Nasdaq se alza con 54 puntos o 0.47%.
Y es que es posible que la subida de las tasas pudiera ya haberse descontado.
“Con las acciones prácticamente de regreso a los mínimos de junio, la recompensa táctica por el riesgo se siente mejor: la complacencia se ha ido, el posicionamiento es más limpio, los indicadores técnicos parecen sobrevendidos y las expectativas de tasas parecen más realistas”, citó CNBC en un reporte a Emmanuel Cau de Barclays (LON:BARC).
Además indica que la confianza podría comenzar a tomar fuerza luego de que la inflación comenzara a reflejar cierto enfriamiento, aunado a las medidas decisivas de la Unión Europea a la crisis energética, podría levantar la confianza.
“Es posible otro rebote, pero igual creemos que las acciones siguen en una situación difícil”, sentenció el experto.
En efecto, desde que el presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Jerome Powell, habló desde el Simposio de Jackson Hole, se desinflaron las expectativas de que el banco central podría bajar el ritmo en el alza de las tasas para evitar golpear más duro a la economía
Desde entonces las ventas en el mercado se intensificaron y las caídas registran ya tres semanas. De hecho, el comercio de futuros hoy estaba negativo antes de que se revirtieron los movimientos en la apertura.
Powell, lejos de manifestar que intentaría el aterrizaje suave del que hablaba anteriormente -aplacar la inflación sin provocar recesión-, ratificando su posición de atacar el alza de los precios como su prioridad sobre el crecimiento económico, incluso asumiendo que esto podría provocar “dolor” a familias o a empresas.