21 nov (Reuters) - El principal selectivo español cerró el jueves en negativo pero mantuvo por poco la cota psicológica de los 9.200 puntos, tras una jornada marcada por un distanciamiento entre las dos mayores economías del mundo que merma las posibilidades de que empiece a resolverse su larga pugna comercial.
Legisladores estadounidenses aprobaron el jueves un proyecto de ley para apoyar a los manifestantes en Hong Kong, lo que podría avivar las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China y retrasar la aprobación de una primera fase de un eventual acuerdo comercial.
Asimismo, durante la jornada se conoció un mal dato de solicitudes de subsidios por desempleo en EEUU que apunta a una ligera debilidad del mercado de trabajo estadounidense.
En este contexto, el Ibex-35 .IBEX cerró por segundo día consecutivo a la baja y con un descenso del 0,12%, hasta los 9.214 puntos, mientras el índice de grandes valores europeos FTSE Eurofirst 300 .FTEU3 retrocedió 4,91 puntos o un 0,31%, a 1.575,95.
Los avances del sector bancario neutralizaron los descensos del selectivo, con Sabadell SABE.MC y Bankia BKIA.MC en los primeros puestos de la tabla, con sendas subidas de 2,232% y 0,938% respectivamente. Santander SAN.MC se anotó un 0,8763%, mientras BBVA BBVA.MC subió un 0,7406% y Caixabank CABK.MC se revalorizó un 0,7937%.
En el sector siderúrgico, expuesto a los acontecimientos de la política comercial global, ArcelorMittal MTS.MC cayó un 2,508%, situándose en la parte baja de la tabla afectado por la renovada incertidumbre en torno a la posibilidad de un acuerdo China-EEUU antes de finales de año.
El farolillo rojo fue para la empresa especializada en piezas de automoción, CIE Automotive CIEA.MC , con pérdidas del 2,896%.
Entre los grandes valores no financieros, Telefónica TEF.MC cayó un 0,4921%, Inditex ITX.MC ganó un 0,7681%, Iberdrola IBE.MC se dejó un 0,3372% y la petrolera Repsol REP.MC perdió un 0,6875%.
Fuera del Ibex-35, DIA DIDA.MC saltó un 39,278% tras completar una ampliación de capital de 605 millones de euros vital para la reestructuración orquestada por el empresario ruso Mijaíl Fridman, primer accionista del grupo de supermercados con el 74,819% del capital.