por Francisco Delgado Castillo
Infosel, abril. 27.- Grupo Gicsa, una empresa especializada en el desarrollo y operación de centros comerciales, oficinas e inmuebles de usos mixtos, llegó a acuerdos con parte de sus acreedores para aminorar su carga de obligaciones financieras en medio de la pandemia de covid-19.
La compañía, que recientemente recibió un recorte de calificación de S&P Global Ratings, celebró convenios de espera con instituciones de crédito y con bonistas de las emisiones GICSA 15, 16U, 17, 18U y 19, dio a conocer a través de un comunicado.
"Tomaremos todas las medidas necesarias para salvaguardar nuestras operaciones y negocios en marcha desde una perspectiva a largo plazo, para beneficio de todas las personas con interés, adaptándonos a circunstancias financieras y económicas desafiantes causadas por eventualidades imprevisibles", escribió Gicsa en el comunicado.
En el caso de los bonos, los convenios de espera deberán ser ratificados por asambleas de tenedores, lo que podría incluir la aprobación de modificaciones a las condiciones de los instrumentos.
Por otro lado, la empresa inmobiliaria mantiene conversaciones con otras instituciones nacionales y extranjeras, así como con tenedores de sus notas garantizadas senior.
"Actualmente, no podemos estimar con cualquier grado de certeza la profundidad de los efectos que esta pandemia y las medidas regulatorias y prudenciales relacionadas, puedan tener en el negocio, en el mediano y largo plazo", escribió Gicsa.
Al cierre de 2019 la firma contaba con una deuda financiera consolidada de 27 mil 875 millones de pesos (mil 124 millones de pesos), de la que 45% se encuentra en tasa variable y 22% está denominada en moneda extranjera. Los bonos con los que ya tiene acuerdos representan 31% del total de pasivos.
Gicsa anunció en marzo medidas para priorizar su liquidez, lo que incluye la reducción de inversiones, gastos y costos considerados no esenciales, además de negociaciones con clientes y proveedores.
Infosel, abril. 27.- Grupo Gicsa, una empresa especializada en el desarrollo y operación de centros comerciales, oficinas e inmuebles de usos mixtos, llegó a acuerdos con parte de sus acreedores para aminorar su carga de obligaciones financieras en medio de la pandemia de covid-19.
La compañía, que recientemente recibió un recorte de calificación de S&P Global Ratings, celebró convenios de espera con instituciones de crédito y con bonistas de las emisiones GICSA 15, 16U, 17, 18U y 19, dio a conocer a través de un comunicado.
"Tomaremos todas las medidas necesarias para salvaguardar nuestras operaciones y negocios en marcha desde una perspectiva a largo plazo, para beneficio de todas las personas con interés, adaptándonos a circunstancias financieras y económicas desafiantes causadas por eventualidades imprevisibles", escribió Gicsa en el comunicado.
En el caso de los bonos, los convenios de espera deberán ser ratificados por asambleas de tenedores, lo que podría incluir la aprobación de modificaciones a las condiciones de los instrumentos.
Por otro lado, la empresa inmobiliaria mantiene conversaciones con otras instituciones nacionales y extranjeras, así como con tenedores de sus notas garantizadas senior.
"Actualmente, no podemos estimar con cualquier grado de certeza la profundidad de los efectos que esta pandemia y las medidas regulatorias y prudenciales relacionadas, puedan tener en el negocio, en el mediano y largo plazo", escribió Gicsa.
Al cierre de 2019 la firma contaba con una deuda financiera consolidada de 27 mil 875 millones de pesos (mil 124 millones de pesos), de la que 45% se encuentra en tasa variable y 22% está denominada en moneda extranjera. Los bonos con los que ya tiene acuerdos representan 31% del total de pasivos.
Gicsa anunció en marzo medidas para priorizar su liquidez, lo que incluye la reducción de inversiones, gastos y costos considerados no esenciales, además de negociaciones con clientes y proveedores.